• November 23, 2024

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Por Carlos Klinger, ATA (Accredited Tax Advisor)
Por Carlos Klinger, ATA (Accredited Tax Advisor)
¿A quién le echamos la culpa
de nuestros males presentes?

La historia de la humanidad está hecha de migraciones, invasiones, guerras, saqueos, genocidios y colonizaciones que han destruido más que haber construido. Mirar el presente con ojos del pasado y viceversa, creo que es una pérdida de tiempo. Conocer el pasado sin duda alguna nos permite conocer de dónde hemos venido y por qué somos como somos.Sin embargo, creo que no tenemos por qué traerlo al presente, porque eso ya fue. No es menos cierto que somos el resultado del pasado, de la historia. Pero no tenemos que mantener hasta el infinito una culpabilidad que compete a otros actores históricos que no somos nosotros.

¿A quién le echamos la culpa de nuestros males presentes?
Pienso que somos responsables de nuestro presente, sin culpar a cuestiones que se nos escapan y que no están en nuestras manos el poder resolverlas. Todos sabemos, la historia de nuestra América morena: la corona española llegó, descubrió, conoció y colonizó lo que después fue América. Allí llegaron otros países europeos (ingleses franceses, portugueses, además de españoles) que cometieron masacres humanas y culturales, llevaron culturas, intercambiaron infinidad de cosas desde alimentos hasta costumbres, hubo mestizaje, nos hemos configurado tal como somos unos y otros, según la historia y sus acontecimientos.

¿En Estados Unidos se habla del genocidio inglés?, porque esos sí que liquidaron a casi toda la población indígena y el mestizaje brilló por su ausencia. Soy muy complejo para expresar ideas, pero a donde quiero llegar es al punto que, en este gran país no hubo “mezcla” del conquistador con el indígena, por lo tanto, no hay “mestizos” estadounidenses.
Seguramente siguiendo las costumbres de la época, los colonos europeos solo se mezclaron con sus etnias y sin querer crearon la barrera “física” y psicológica del mal llamado racismo norteamericano.
Sin temor a equivocarme, puedo decir, que es el único país donde sus nacidos en el territorio no son “estadounidenses” y por el contrario, son “encasillados” por la etnia de sus padres; por esa razón tenemos los clásicos: “african-american”; “mexican-americam”; “italian-american”; ”chinese-american”; etc,. En el resto del mundo te reconocen como ciudadano del país que naciste y no donde nacieron tus padres; no recuerdo haber leído en ningún periódico latinoamericano: “el ciudadano mexicano-japonés recibió violenta puñalada del delincuente salvadoreño-alemán”.

Según expertos, en la próxima década seremos la “minoría” mayoritaria de este gran país y como soñar no cuesta nada quiero imaginarme que, los líderes de nuestra comunidad tengan el valor de luchar por eliminar definitivamente que los medios de comunicación en este país no utilicen más los “casilleros” que nos dividen y que provocan las tristes “fobias” que vemos día a día en los canales de televisión. Creo sinceramente que, si todos nosotros, cooperamos con un “granito” de arena en este problema se podrá resolver con el tiempo y podremos tener un país con ciudadanos de una sola categoría de acuerdo a la ley y en su aplicación diaria; porque actualmente la “justicia para todos” está solo en el papel y nadie la respeta.

Seguramente mi locura como producto de mi edad y lo que me queda de luchador por las causas sociales me hacen pensar que cuando no hayan más ‘casilleros” y todos seamos ciudadanos estadounidenses, será más fácil integrarnos y trabajar más unidos por el bienestar de este gran país y por ende en la tranquilidad y harmonía de la sociedad. Cuando nos miremos iguales entonces trabajaremos como hermanos y juntos construiremos una sociedad más justa, equitativa y con oportunidades para todos que nos permita logrear el famoso “sueño americano”, que en honor a la verdad es el sueño de nosotros… ¡los inmigrantes!

 

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