“La Prensa de Colorado viajó
hasta Cuautla, Morelos para
entrevistar a Edgar Rafael
Castro Zapata, bisnieto de
Don Emiliano Zapata Salazar”
Fue conocer la historia de uno de los revolucionarios cuya figura aún se mantiene viva entre los mexicanos, principalmente de Morelos. Y toma mayor realce cuando es contada por uno de los bisnietos del mismo General Emiliano Zapata Salazar. De alguien que en su sangre lleva la identidad y busca continuar con el ideario, pero no en un contexto armado. Fue motivo de viajar hasta la heroica Cuautla y profundizar sobre el legado del Caudillo del Sur, de conocer una anécdota del porqué uno de los hijos de Zapata –Mateo- se escondía en el atrio de una iglesia cuando en la
estación del ferrocarril escuchó disparos. Una entrevista exclusiva que permitió a La Prensa de Colorado profundizar en el ideal de Don Emiliano: porque se viviera bajo una igualdad social. Así como de actualizarnos sobre la situación de los
mismos sobrevivientes de la Revolución del Sur. También de no poder olvidar la muerte a traición del general, uno de los pasajes de la historia que más presente se tiene en el seno de la familia y se mantiene presente.
No hubo mejor lugar para esta entrevista que refugiarnos en el Museo Histórico del Oriente de Morelos “Casa de Morelos” en Cuautla, gracias a las facilidades prestadas por Ángel Uriel Gonzalez. Fue aquí, entre algunos vestigios de la historia misma que Edgar Rafael Castro Zapata, bisnieto del General Emiliano Zapata, nos compartiera algunos pasajes, del hombre cuyo emblema y figura, se extraña en el México actual.
Pero qué mejor que sea el mismo historiador y egresado del ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia), Castro-Zapata, quien nos comparta una entrevista llena de sentimientos, historia, anécdotas y actualidad sobre los proyectos que se persiguen.
Al profundizar sobre quién es Edgar Rafael Castro Zapata, señaló que “desde el 2007, al fallecimiento de mi abuelo Mateo Zapata Pérez, estamos encargados de dar la protección social a las familias campesinas de origen zapatista en el estado de Morelos con la obtención de pensiones. Actualmente tenemos 15 viudas de veteranos zapatistas. Pero también por el lado histórico y académico, somos historiadores del ENAH, mantenemos más el discurso hacia los jóvenes, porque creo que la figura de Zapata se ha venido distorsionando durante muchos años, politizando y yo creo que es necesario tener una frescura en el discurso para que se sientan identificados las nuevas generaciones en un personaje histórico,
también distorsionado por las películas y los medios electrónicos. Pero su servidor, ha tenido el apoyo de amigos de mi abuelo, como el caso del profesor Carlos Barreto Mark, que también están comprometidos con la difusión de la historia zapatista. Y bueno, el objetivo que ternemos es echar andar la Fundación Zapata que es un proyecto cultural que emprende la difusión histórica, tanto de la figura de Emiliano Zapata, como de los miembros que constituyeron el Ejército de Libertadores”.
La identidad viene del abuelo…
¿Cuál es el mayor orgullo para ti de llevar en la sangre el apellido Zapata?, le preguntamos.
_“Yo creo que la identidad me la dio mi abuelo (Mateo Zapata Pérez). Él me crio desde muy chico, junto con mi madre. Yo creo que si no fuera por la crianza que tuve muy cercano, como si fuera un
padre mi abuelo Mateo, ya que él me imprimió más la identidad de ser un Zapata. Un Zapata a su postura de mi abuelo. Don Mateo fue una
persona muy bromista, pero también una persona sincera, pero muy crítica hacia el sistema que se apropió de su padre para legitimar las políticas, que también venían en contra de la lucha de su padre. Yo creo que el llevar el apellido Zapata, no es sólo llevar el apellido o parecerse físicamente, sino llevar una continuidad de lo que en sí fue Zapata, pero no en un contexto armado; sino llevar una continuidad de fortalecer el ideario y contribuir socialmente en el mejoramiento de nuestra comunidad y eso es lo que nos distingue de la familia, en ser continuadores de la obra de mi abuelo y de mi abuelo fue continuador de su padre y así, una continuidad de larga duración”.
Como historiador y bisnieto mismo ¿Cuál es la parte de la historia del General Zapata que más te gusta rescatar y por qué?
_“Yo creo que lo que más me impactó y también mucho a mi abuelo, fue la muerte y la traición de su padre.
Yo creo que es recalcar ese punto tan sensible dentro de la historia de México y dentro del seno familiar. Es la muerte, la traición y cómo se fraguó
dentro del sistema político mexicano la muerte de Zapata. Yo creo que es hacer énfasis de que grandes hombres visionarios y sensibles socialmente en el mejoramiento de su país, siempre han caído asesinados y muertos; yo creo que el énfasis en ese capítulo de su asesinato, es refrendar que fue asesinado físicamente, pero su ideario sigue vigente, por ende que sus preceptos plasmados en el Plan de Ayala no se han cumplido en su totalidad. Yo creo que ese es el punto y la página de la historia que siempre he querido resaltar”.
Don Emiliano Zapata siempre tuvo bien claro el ideal de que se viviera bajo una igualdad social ¿Su lucha logró su objetivo?
_“En su lucha hubo florecimiento en su revolución, bien lo marcan los historiadores como John Womack de 1914 a 1916. Hubo la época feliz del zapatismo, se materializó su revolución, pero desgraciadamente fue una revolución interrumpida -como lo dijera Adolfo Gilly-, interrumpida por su asesinato; el ideal zapatista políticamente sí fue vencida, pero el fortalecimiento del movimiento impactado por Emiliano Zapata tuvo una influencia en las políticas sociales que formaron el Estado revolucionario que data del Siglo XX”.
¿Se tiene algún elemento informativo del por qué don Emiliano Zapata Salazar nunca permitió que se diera un brote de corrupción, situación que en la actualidad es un factor común y triste realidad?
_“Yo creo que el movimiento zapatista fue muy enérgico en esa postura. Es más, en la Convención de Aguascalientes, el zapatismo promulgó muchas leyes muy radicales que no le convenían al ala carrancista. De la ley hacia los funcionarios públicos y fue lo que quería Zapata con los funcionarios públicos ya estableciendo un gobierno emanado de la revolución: que fueran honestos, que no hubiera corrupción. Desgraciadamente en el México actual es otra historia. Pero sí tenía una postura que lo reflejara a él, que era incorruptible. En el tiempo de Madero, él (Zapata) manifestaba que no había entrado a la revolución para hacerse hacendado. Yo creo que él tuvo una carga moral también para manifestarse en contra de esa corrupción”.
¿Héroes olvidados…?
La entrevista se alargaba y en los límites de la Presidencia Municipal de Cuautla, a su costado se ubica la Iglesia, frente a una plaza tradicional como lo hay en muchos de los poblados morelenses. Un ruido, como a eso del medio día era muy peculiar y quizás tradicional. Fuertes campanazos hacía eco en el unísono de los cuatro vientos y captados en el alma misma de la grabación realizada al bisnieto del General Zapata.
Pero la entrevista tenía que seguir…
¿Los zapatistas son unos héroes olvidados?
_“Héroes olvidados por el gobierno, sí. Pero por el pueblo de Morelos no, están muy vigentes. Es más, recordemos los lugares emblemáticos del zapatismo pueden surgir y estoy muy seguro que hay mucha identidad entre el pueblo sobre quiénes fueron, quiénes participaron o quiénes todavía viven. Por ejemplo, las viudas, la mayoría están en Tlaltizapan. Y no son héroes olvidados, están queriendo darles una reivindicación ante la historia”.
¿Cuál es el legado y lección de los campesinos morelenses que participaron en la lucha y movimiento zapatista?
_“La conciencia social, el Plan de Ayala. En una frase lo resumió mucho el General Emiliano Zapata: en la libertad, en la justicia y la ley. También, uno de los puntos sobresalientes que nos legaron el movimiento zapatista de 1911 a 1919, es sobre tener la atención a los pueblos campesinos que estaban olvidados. Creo que sin el zapatismo no hubiera la atención de los gobiernos después de la revolución en atenderlos, yo creo que fue un parteaguas para atender el problema agrario”.
Precisamente, de esa respuesta le preguntamos si era una visión diferente de lo que querían o buscaban, a lo que el entrevistado señaló que… “No. Yo creo que los objetivos son iguales. Desgraciadamente a raíz de la muerte de Zapata se fue apropiando el sistema correvolucionario y lo que fortaleció e influyó el General Zapata fue en la atención a los pueblos”.
¿Conociste a tu abuelo Mateo…?
La respuesta fue “sí”. Tuvo la fortuna de hacerlo desde niño hasta el 2007.
¿Hay alguna historia o anécdota que quieras compartir de tu abuelo, hijo menor del General Zapata?
_“Él (Mateo) tenía 2 años cuando asesinaron a su padre (General Emiliano Zapata). Pero una de las anécdotas que siempre contaba (y al Profe Barreto le tocó escuchar esta anécdota en el seno familiar, -quien compartía la entrevista con nosotros-), le decía su mamá de mi abuelo, doña María de Jesús y su abuela, Petra Caballero, de que no dijera que era Mateo Zapata, que dijera era Mateo Pérez. Y él, ingenuamente de niño respondía, ¿pero por qué, si soy Mateo Zapata?, pero le decían no digas que eres Zapata porque te van a matar. Entonces estaba jugando aquí, en la Alameda, y escuchó disparos en la Estación del Ferrocarril y él dejó sus canicas y amigos y se vino de prisa a esconderse en el atrio de la Iglesia de Santiago para refugiarse. Duró todo el día encerrado, escondido. Fueron avisarles a su abuela y a su madre que vivían atrás de la Presidencia, en la vecindad de doña Calixta, de que el niño Mateo estaba escondido en el atrio. Ya el Padre lo obligó a salirse y con la curiosidad le preguntó por qué se estaba escondiendo. ‘A mí me dijo mi familia que cuando escuchara balazos me iban a matar’, respondió. ¿Y por qué te van a matar? Porque soy el hijo de Emiliano Zapata… Bueno, como ese tipo de anécdotas siempre me llamó la atención. Por eso, con el miedo que le dijeron su madre y abuela, mi abuelo fue muy reservado, muy callado”.
Llegó el momento de recordar lo que fue la casa del General, en Anenecuilco, una población de Ayala, Morelos, lugar en la cual nació Emiliano Zapata Salazar, un 8 de agosto de 1879. Sitio que aún se conserva y guarda muchos recuerdos, sobre todo en la memoria de sus habitantes, de
aquellos que llevan en la sangre misma los vestigios de la historia. Cleofas Salazar y Gabriel Zapata, fueron los padres del Caudillo del Sur. Del lugar, Edgar Castro añadió: “Estoy seguro que, a raíz del levantamiento armado de marzo de 1911, para proteger la propiedad de la familia, y es que ya estaba casado con doña Josefa Espejo en Ciudad Ayala, yo creo que el general Zapata estaba “a salto de mata”. Pero efectivamente, las invasiones que tuvieron Anenecuilco por los diferentes grupos en contra del zapatismo, también fue producto de saqueo y actualmente, están las ruinas de su casa”.
¿De qué manera se puede difundir el legado del General Zapata desde un enfoque cultural?
_“De una manera de echar mano de las expresiones artísticas y culturales. Producir la historia académica, pero también hay que tener herramientas más didácticas para llegar a los niños y jóvenes; en el aspecto de un comic, una película, de dibujos animados, para hacerlo más humano al General Zapata, porque hemos crecido con unos Zapatas acartonados con películas oficialistas, que sí fueron producidas en su tiempo; pero La Fundación Zapata lo que ha querido hacer es humanizar ese personaje para que se sientan identificados con él, para que sea un motor de valores cívicos hacia los niños y jóvenes”.
¿Has tenido algún contacto con los sobrevivientes de la Revolución del Sur de la Fundación Zapatista?
_“La reactivación del Frente Zapatista de la República se fundó el 10 de abril de 1945 en la ciudad de Cuautla, con los principales sobrevivientes y en ese tiempo estaba el General Genovevo de la O, el Dr. Parres, Serafín Robles, ellos encabezaban la organización zapatista y nombraron al entonces Lázaro Cárdenas como su presidente honorifico, junto a los hijos del General Zapata, para velar y estar como frente zapatista, tener los beneficios sociales hacia los sobrevivientes; actualmente se reactivó el Frente Zapatista de la Republica con los hijos y nietos de los veteranos para hacer cumplir una ley desde 2011, para darle cumplimiento a un decreto y una ley de obtención de una pensión. En el transcurso del 2011 a la fecha, sí hay necesidad en el pueblo de Morelos, sí hay gente que no tiene precepciones, pensión, ni seguridad social, yo creo que es darle cumplimiento a esta ley de beneficios, estímulos y recompensa, que ha tenido una insensibilidad del Gobierno del Estado, por eso el Frente Zapatista se reactiva con el apoyo de las diferentes familias de veteranos zapatistas; hemos tenido respuesta, pero no muy rápida…”
(Continuará la última parte en la siguiente edición de La Prensa de Colorado).