Había sido el primer inmigrante
en refugiarse en el Santuario
de una iglesia de Denver
Aquellos nueves meses que vivió dentro del Santuario de una iglesia en el Centro de Denver, parecían que habían quedado en el ayer y que su lucha había podido alfin salir avante. Pero para Arturo Hernández, el “fantasma” de la deportación volvió a aparecer, luego de que este 26 de abril trascendió que había sido detenido
por agentes de Inmigración.
Noticia que desafortunadamente se hizo oficial por parte de Jeniffer Piper, del Comité al Servicio de los Amigos Americanos –AFSC, por sus siglas en inglés- y quien incluso, ese mismo día, convocaba a los medios para asistir a una conferencia de prensa en las propias instalaciones de la oficina gubernamental ubicada en Centennial.
Ahí la esposa de Arturo, Ana Sauzameda dio a conocer que Arturo trabajaba como cualquier día normal, y cuando se trasladaba a comprar material que utilizaría para sus labores, fue cuando fue abordado por agentes –al parecer- no uniformados y se identificaron como oficiales federales de Inmigración.
También mencionó Sauzameda, que su hermano había presenciado la detención, pero no tuvo la oportunidad de grabar la acción, porque los oficiales le quitaron el teléfono.
Arturo Hernández, originario de Chihuahua, México, había sido el primer inmigrante en haberse refugiado en la Primera Iglesia Unitaria de Denver, precisamente Santuario que hoy en día es utilizado por Jeanette Vizguerra.
Arturo estuvo refugiado en 2015 y pudo salir del lugar, gracias a que había recibido una carta del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas –ICE, por sus siglas-, indicando en ese documento oficial, que no ejecutarían la orden de deportación en su contra.
Varios activistas y líderes de la misma comunidad se han sumado al esfuerzo de lucha por evitar que Arturo sea deportado.
Aquel día que Arturo Hernández había salido del Santuario e incluso, junto a su esposa e hijas, dio una vuelta al lugar que durante nueve meses le permitió refugiarse, había dicho que se había dado un gran paso y poder estar con su
familia, gracias a ese cambio de inmigración que le decía que su caso ya no era una prioridad.
“Gracias a todos lo que están aquí hoy y a todos los que me acompañaron. Hoy doy un paso hacia adelante. Hoy salgo del santuario”, había dicho en ese entonces.
Jenifer Piper, señaló que “nada ha cambiado en la vida de Arturo. Todo es igual a excepto esta Administración que se centra en eliminar a la comunidad indocumentada y desgarrar a sus familias. Arturo continúa trabajando y contribuyendo a su comunidad, pagando impuestos y viendo crecer a sus dos hijas adolescentes. La mayor se graduará de la escuela preparatoria este año, el 15 de mayo y ella es una beneficiara de DACA. Arturo Tiene una solicitud pendiente de residencia a través de sus suegros. No tiene convicciones. Tiene una orden final de deportación, pero también una carta de la sede del DHS que dice que no es una prioridad para la aplicación”.
Por su parte, Jeanette Vizguerra, una madre que actualmente vive en el Santuario, agregó: “Si, esto es un ataque directo al Movimiento del Santuario. Es un acto de grave falta de respeto a la integridad de nuestro pueblo e iglesias, que no permitiremos. Pido a todos que vayan a la Oficina de ICE para apoyar a Arturo y a su esposa Ana. Debemos defender a todos en nuestras comunidades, especialmente a un líder como Arturo”.