La Prensa de Colorado Por Jolene Cardenas
Organizadora Comunitaria, COLOR
Desde el 2002 hasta el 2005 era una estudiante universitaria sin seguro médico y al graduarme nada cambió. No podía estar en el seguro de
mi padre y no tenía la experiencia necesaria para conseguir un trabajo de tiempo completo con buenos beneficios.
La economía cambio drásticamente, el mercado no ofrecía trabajos bien pagados, ni con prestaciones. Vivía con el temor constante de tener un accidente o enfermarme. El único recurso para los no asegurados en la zona rural de Nuevo México donde vivía era una pequeña iglesia que operaba durante ciertas horas.
Cuando tuve bronquitis apenas podía respirar, pero seguía negándome ir a la sala de emergencias porque no tenía para pagar y esperé hasta que la clínica comunitaria abriera, arriesgando mi salud.
En ese entonces, no solo me preocupaba el costo de la atención médica que yo pudiera necesitar.
También me preocupaba la condición de mi pareja quien en su momento luchaba contra una enfermedad mental. Sabía que si él perdía su trabajo lo perdería todo, incluso su medicina.
En el 2011 me encontraron un bulto en un seno durante un chequeo médico. Afortunadamente ya tenía seguro. Un seguimiento demostró que era benigno.
No estoy dispuesta a volver a pasar por esto, pero con la Ley Americana de Salud (AHCA) o Trumpcare, esta pesadilla regresará. Esta ley hará que las compañías de seguros controlen nuestras vidas. No quiero que otra generación sufra como yo.
COLOR sigue trabajando por el bienestar de las latinas en Colorado. Para información acerca de este y otros temas, por favor contacta a Gina Millán: gina@colorlatina.org o llamando al teléfono 303-393-0382.
