González-Flores » ENTREVISTA EXCLUSIVA
“Experta del Denver
Children’s Advocacy Center
dijo que los niños que
enfrentan problemas
migratorios, también suelen
sufrir de depresión, ansiedad,
entre otros”
La Para el Centro de Defensa de los Niños de Denver -DCAC, por sus siglas en inglés- el estrés que están pasando los niños por el problema migratorio es tan serio, que hasta suelen haber casos de cuando hay una separación por una deportación hay efectos a corto y largo plazo, donde un pequeño puede sufrir desde depresión, ansiedad, estrés postraumático y quizás daño a nivel físico y ciertas enfermedades.
En entrevista exclusiva con La Prensa de Colorado, Angela Davidson, MA, LPC, Directora de Programas del Denver Children’s Advocacy Center (DCAC), dijo antes de referirse al tema, que este centro tiene como misión la de prevenir el abuso, fortalecer las familias y restaurar la niñez; además de alcanzar los objetivos a través de programas integrados, basados en la investigación, con un equipo de profesionales y voluntarios dedicados, el apoyo de un gran número de aliados comunitarios e individuos que entienden la importancia de este trabajo.
Un enfoque más grande
Hablar de que un niño, familia o miembro de la comunidad pueda estar estresado por la incertidumbre de la situación inmigratoria, es tan real y seria, que ha llevado al DCAC a brindar ayuda emocional y recursos sin costo alguno para menores de edad y sus familias que están preocupados por su futuro. Debido a su estatus migratorio, se asiste con recursos que van desde terapia individual, familiar y de grupo; información sobre recursos en el área –incluyendo abogados especialistas-, reuniones informativas en grupos de niños y de padres de familia, respectivamente.
Al preguntarle a nuestra entrevistada qué tan serio es el estrés por la inmigración en los niños, respondió que “el tema que más se habla en estos momentos es por la separación de los niños y sus padres y cuando se rompe ese vínculo emocional, entre el niño y la persona más importante de su vida, como puede ser su padre, madre, abuelos u otro familiar, se pueden ver efectos a corto y largo plazo, donde ya podemos hablar también de ansiedad, depresión, un estrés postraumático y quizás un problema a nivel físico y de ciertas enfermedades”.
Angela Davidson, agregó que, en este momento se está viendo la situación del país y cómo han crecido los problemas relacionados a los temas de inmigración, y sus miedos de una posible deportación, por lo “que nosotros empezamos a poner un enfoque más grande para ayudar a las familias y niños que de una forma u otra están sufriendo por una deportación”.
Por lo que también recomendó que, si ve que su niño está preocupado, ansioso, con problemas de conducta en la casa o en la escuela, este centro está en la mejor disposición de ayudar y solo es cuestión de que los contacten.
Si escuchan, ven o lo leen…
Es muy común hoy en día, que los pequeños se vean más afectados debido a estar escuchando, viendo o leyendo la situación que están pasando centenares de niños que son separados de sus padres en la frontera. Es un tema que está a la orden del día en todos los medios de comunicación e incluso, en las redes sociales y ante ello, nuestra entrevistada mencionó: “El estar expuestos a este tipo de información les puede afectar. En primer lugar, porque tienen empatía y sienten el dolor de otras familias. Segundo, porque en algunas familias existe el miedo de estar enfrentando una situación difícil de deportación. ¿Qué podemos hacer? De acuerdo a la edad de los niños, hay que limitar el contenido de la información que reciben. En dado caso de haber sido expuestos a esa información, hay que mantener una comunicación abierta con ellos y dejar que expresen sus emociones y validar sus sentimientos. De alguna manera debemos informarles que hay una gran cantidad de organizaciones y personas están trabajando con los niñas, niños y familias que están siendo separados, y se esfuerzan por trabajar en conjunto y cambiar este tipo de situaciones”.
Señaló también la importancia que tienen los maestros y saber orientar a los alumnos con este tema en particular. “Esto es algo que estamos haciendo con respecto al enfoque de trauma, brindando información a las escuelas. Tenemos programas de educación con las escuelas y la comunidad, donde les enseñamos por lo que estos niños están pasando. También si vemos a niños de 3, 4 o 5 años de edad portarse mal en un salón de clases, es posible que puedan tener algún tipo de situación en su casa, en su vida o en su historia que los hace reaccionar de una manera que no se sienten seguros, cómodos y esos niños así lo demuestran con ese tipo de comportamientos, por ello estamos trabajando muy fuerte en las escuelas”.
Angela Davidson, MA, LPC, Directora de Programas del Denver Children’s Advocacy Center, señaló que, aunque no les ha tocado un caso de estos niños que están siendo separados de sus padres en la frontera, sí han trabajado en casos con niños que han sufrido de una separación de un miembro de su familia, donde los apoyan y se da un tratamiento psicológico al pequeño y a la familia.
“Hemos tenido niños que vienen al Centro con síntomas de estrés post-traumático, después de haber visto cuando se han llevado a sus papás o algún miembro de la familia; tenemos niños que viven en un estado de alerta pensando que cada vez que ven a la policía por algún motivo se los van a llevar, que expresan no sentir seguridad cuando están en su casa, porque los van a encontrar; esos tipos de síntomas, miedo y ansiedad, es lo que vemos en estos niños”, agregó.
