Tomás Menchaca Los Broncos de Denver viajaron a San Francisco para enfrentar a los 49ers y en un juego lleno de añoranzas ya que los de la Milla Alta en su último encuentro
en ese estadio obtuvieron su tercer trofeo de campeones, pero en esta ocasión las cosas fueron muy distintas y cayeron 20 a 14.
La pobre ejecución en la primera mitad fue el factor decisivo en la derrota, a la ofensiva no pudieron hacer nada y solo acumularon unas cuantas yardas y fueron dejados en 0, a la defensiva fue la misma historia al permitir número escandalosos al ala cerrada de los 49ers George Kittle, el cual termino con 210 yardas que fueron claves para los 20 puntos de los de la bahía.
La segunda mitad fue distinta con una defensiva azul naranja dominante y no permitió puntos aun así no fue suficientes a pesar de que la ofensiva mostro algo de vida anotando 14 puntos, con este revés los Broncos terminaron con su racha de tres victorias al hilo y ponen en una posición muy difícil para buscar un lugar en los playoffs con tres juegos por jugarse.
Por su parte los de San Francisco ya eliminados este juego lo jugaron como si fuera el Super Bowl y en honor a su entrenados Kyle Shanahan, quien es hijo del legendario entrenador de los Broncos Mike Shanahan, el cual llevo a los de Denver a ganar un par de trofeos.
Lombardi y Kyle estuvo con el cuándo era solo un adolecente y adoraba a los de la Milla Alta, con el tiempo el joven se convirtió en coach como su padre y estuvo en la baraja para ser el dirigente del equipo de sus amores, pero no fue el elegido y fue cuando decidió darle el visto bueno a los 49ers.
