* Bienvenido 2019
y con ello sus retos
Ha llegado el momento de escribir una nueva historia y cada quien, desde su trinchera, de su área, de su zona de confort, pero hay que trabajar en ella, sinolvidarnos que no solo tenga un impacto personal; sino más bien vaya más allá, con su familia, con su vecindario, con su comunidad y con aquellos que son más vulnerables.
Ojalá nos sigan permitiendo seguir escribiendo las historias que se originan entre nuestra gente, de las cuales nuestra cámara, grabadora y pluma misma sea el conducto para darlas a conocer ya impresas en el cuerpo de La Prensa de Colorado, como así ha sido su línea durante todos estos años de su existencia, de su misión y para lo cual la Familia Flores le dio vida.
Esperemos que las férreas políticas de quien dirige los destinos de este país disminuyan de ese perfil racista, intolerante y en su gran mayoría inhumano. No hemos llegado a este gran país por solo pisar la tierra ajena, se traen sueños, metas, y el gran deseo de darle una mejor vida a nuestras familias y por ello, el beneficio –por así citarlo- no es solo personal, ya que se logra un impacto dentro de las comunidades donde radicamos, al Estado y país mismo.
Ya no somos ese estereotipo que las televisoras nos marcaban, como una excelente mano de obra y baratos, con imágenes pobres que nos demeritaban. Ya no es así.
Por ejemplo, en Colorado, cuántos hispanos no son dueños de negocios, que crean fuentes de empleo, en muchas modalidades y que generan impuestos valiosos para el Gobierno; los equipos profesionales tienen un gran mercado en la comunidad hispana, ahí están los Broncos de Denver –NFL-, los Rapids de Colorado –MLS- y los Rockies de Colorado –MLB-, por tan solo citar a los más representativos.
Los medios de comunicación siguen cimentando sus bases, cada quien desde su perspectiva y la filosofía de La Prensa de Colorado es seguir siendo inclusiva, transparente, objetiva y con un perfil muy claro de ser local.
Y, ojalá, que este 2019 también tenga un impacto positivo de los países de donde somos oriundos, ya que nuestras familias ahí están, esperando esos cambios que les devuelva la confianza y la fe por un mejor vivir.
Yo como mexicano, he sentido una vibra diferente ante la presencia del nuevo gobierno encabezado por López Obrador, recientemente tuve la oportunidad de estar en la frontera e ingresar a Ciudad Juárez y al platicar con algunas personas su tono de voz cambia cuando les preguntaba si tenían una mejor esperanza por un México diferentes y algunos con sus respuestas me orillaba a no hacerles más preguntas… “Ya estamos viendo el cambio, esperamos que así siga…”
Realmente a mí me inyecta mucho ánimo cuando hay esperanza entre nuestra gente, pero de una cosa si estoy seguro: ¡No todos los cambios se dan de la noche a la mañana y tampoco todo es responsabilidad de los gobiernos!
Y ¿Cuál es nuestra responsabilidad como ciudadanos para construir ese cambio?.