Por Pastor Pedro H. Gonzalez
A todos los lectores de La Prensa de Colorado enviamos nuestro más sincero y cálido abrazo, a la vez que rogamos a Dios para que se produzca un mayornivel de conocimiento de su gracia, su poder y su amor inagotable.
Tenemos un dios poderoso al que le ha placido darnos Su paternidad y eso a mi me suena como muy buenas noticias.
Vamos avanzando hacia el Domingo de pascua, el domingo de resurrección.
Es una fecha grandiosa para el mundo Cristiano, en razón de lo que se celebra, la resurrección de Cristo que es el acto legal en el que aquellos que creemos en su nombre y nos hemos puesto bajo Su señorío, fuimos liberados del poder del pecado y de la muerte, y fuimos trasladados de las tinieblas (entiéndase siempre tinieblas como ignorancia de la verdad) al Reino de Su amado hijo, (entiéndase como reino de luz, o conocimiento de la verdad) Colosenses 1:13
Para que Cristo llegase a resucitar fue necesario que fuera sepultado.
Hemos aprendido que fuimos juntamente crucificados con el y no tenemos problemas en aceptar eso, aunque a veces no lo entendamos, que junto con el también resucitaremos y en esto también nos gozamos, de nuevo sin un entendimiento pleno de esta verdad, pero la aceptamos.
La parte que dejamos por fuera y que nos es difícil aceptar es la sepultura de Cristo; que debe operar en cada creyente para que sea perfeccionado en la obra de la cruz.
He oficiado muchos entierros y he sido testigo presencial de las mas duras escenas de dolor en los familiares del difunto, que se dan justo cuando el cajón desciende a la sepultura, allí se pueden oír gritos, llanto, desespero, angustia y aun reclamos a Dios en una pregunta constante: ¿porque Dios mío?
Todo eso ocurre porque es en ese momento donde la muerte golpea con toda su intensidad, hay separación, allí caemos en cuenta que ya nunca mas veremos al ser querido, la separación se hace palpable. Los discípulos de Cristo sufrieron mucho cuando fue sepultado, pero se gozaron al saber que había resucitado ya que para ellos era un parte de victoria.
La muerte no había podido retenerlo y sabían que tampoco los podría retener a ellos, sabemos que tampoco podrá detenernos a nosotros si es que vivimos en la fe y el señorío del hijo.
Es necesario gustar la sepultura, es decir entender que la vieja criatura con todos sus defectos fue enterrada, esa es la parte mas dolorosa y por la que no muchos quieren pasar, todos los viejos hábitos deben ser enterrados para que se le de la oportunidad a la nueva criatura, que dicho sea de paso no es una criatura creada de nuevo sino renovada en el propósito original, lo que le quiero decir es que usted no es hecho de nuevo sino que a partir del momento de su nacimiento de nuevo en Cristo, la criatura viciada da paso a la criatura del diseño original y perfecto de Dios, ¿cómo se produce esto? Porque la vida del hijo es impartida en usted. Vea 1 Corintios 5:17
La próxima semana estaremos explicando cómo es que esto ocurre y para que ocurre, entre tanto, les invitamos este domingo al servicio dominical en la iglesia Embajada del Reino que tendrá lugar a las 12:30 pm. 3600 s Clarkson St Englewood Co 80113.