Por Pastor Pedro H Gonzalez
El más cálido saludo a cada lector de este semanario, es nuestro deseo que en cada hogar haya paz, reconciliación y problemas que siendoresueltos, dan espacio a nuevos tiempos, refrescantes y de oportunidad.
Justamente me voy a referir hoy a ese lector que se encuentra atravesando alguna dificultad, quiero decirle a usted que todo problema, toda situación adversa, viene para manifestar algo más grande y de mayor beneficio; esto no es un sentir mío ni una frase de motivación, muy al contrario, es una realidad cerrada que encuentra su cumplimiento en la fe que es inspirada por el amor de Dios.
Lo que quiero decir es que, si en verdad conociéramos a Dios como el ser de amor que es El, entonces sería fácil entender que, El como padre amoroso, jamás va a querer que seamos llevados de fracaso en fracaso, de hecho, hay mucha escritura bíblica que soporta esta verdad.
Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dadivas a vuestros hijos, ¿Cuánto mas vuestro Padre que esta en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados”
Este es solo un par de versículos que nos ilustran en esa verdad, sin embargo, nos dan suficiente material como para un libro, pero no vamos a ser tan extensos, solamente me serviré de ellos para afirmar en su mente una verdad que lo va a mover en otra dirección respecto a esa situación que hoy esta atravesando.
Note que en Mateo 7:11 la biblia nos muestra una verdad clara, nosotros sabemos dar buenas cosas a nuestros hijos, nadie tiene que enseñarnos eso, con todo, la palabra se toma un tiempo para decirnos que hay un cuanto más, y ese cuanto mas esta en Dios. El no le va a negar las buenas cosas, pero no siempre esas buenas cosas vendrán envueltas en papel regalo, mas bien algunas de ellas vendrán en forma de retos, para llevarnos a la oportunidad.
Cuando era niño vivía en un pueblo y a unos 5 kilómetros estaba el cementerio del pueblo, mi padre tenia un par de caballos y mi hermano y yo debíamos ir a guardar los caballos todos los días en una finca que nos obligaba a pasar por el cementerio, mi padre escondía algunas veces la mesada de la semana que nos quería dar debajo de unas grandes piedras que estaban justo en medio del cementerio, el no solo quería darnos un dinero para la semana sino que también quería que nos quitáramos el miedo a los muertos, y bien que lo logro.
De esa forma actúa Dios con nosotros; sobra decir que yo no disfrutaba en un principio del tiempo que invertíamos buscando el dinero, pero le fui perdiendo el miedo y encontré que mi padre se aprovechaba de la situación que, para mi era mala, para ensenarme cosas muy útiles y prácticas, perder el miedo.
Debo decirle a quien lee que sin importar que situación este pasando en su vida, eso no debe quitarle el sueño, ni llevarlo a consultar brujos o adivinos, no debe desesperarlo, ni quitarle la paz, todo lo que tiene que hacer es conocer esta verdad que hoy le presento y confiar en la voluntad amorosa del Padre sabiendo que como tal, El le esta dando un entrenamiento por medio de esta situación, temporal y pasajera, no se angustie.
Yo no le estoy pidiendo que confié en un hombre, le pido que confié y se suelte en los brazos amorosos del Padre, que si le es posible hoy en algún momento del día, entre en la intimidad de su habitación y le pida suavemente que le revele el propósito de esta situación, que le pregunte para que ha venido esto a su camino, que le pida poder ver el final de la situación y la oportunidad que se esconde en esto tan difícil, si quiere llorar llore, no hay problema, Dios interpreta su dolor, pero es un Padre de amor y nos ha dejado saber que un corazón abatido no será despreciado.
No se quede llorando sobre la leche derramada, una vez que haya llorado, y derramado su corazón delante de Dios, levántese, abra sus ventanas, permita que la luz del sol lo cubra, lo abrigue y lo llene de vida, ese será el mensaje de Dios que le dice yo te estoy llevando a otro nivel.
Puedo asegurarle que si cree lo que le digo y le da la oportunidad a Dios de intervenir en su vida, muy pronto vera los días de angustia terminarse.
Una vez que lo haya comprobado le pido que nos deje saber su testimonio, que nos cuente llamando al teléfono abajo y así poder gozarnos con usted.
Le invito a dejar que el Dios de poder, el Dios vivo, el Dios de amor que yo conozco empiece a obrar en su vida, porque puedo garantizarle que una vez que el empieza a trabajar en una vida ya no va a parar hasta que la obra este completa, y no descansara hasta darse a conocer como un Padre amoroso que le quiere llevar a triunfar aun a pesar suyo. No se trata de una religión, es de entrar en comunión con El y conocerlo.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino,
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Le esperamos.