Mary Flores La Corte Suprema de los Estados Unidos está considerando un caso que, si se llegara a decidir por el demandante, podría abrir las puertas para permitir que los dólares públicos sigan a los estudiantes a las escuelas privadas.
Hace unos días, los jueces en la Corte Suprema escucharon argumentos del caso de Departamento de Ingresos de Espinoza v. Montana, que está a punto de convertirse en una decisión histórica sobre la separación de la iglesia y el estado en la educación pública, si esto pasara, se estaría haciendo historia con esta decisión.
Así como lo resumió Evie Blad de la Semana de la Educación, “el caso ha sido seguido de cerca por cientos de defensores que esperan expandir el uso de cupones financiados con fondos públicos y becas de crédito fiscal. Además de que también está siendo observado por muchísimos grupos de educación que han mostrado su oposición a tales programas, ya que temen que los dólares se desvíen y que creen que esos dólares se gastarían mejor en las escuelas públicas”.
Cabe destacar que son treinta y siete estados, los que han agregado las llamadas “Enmiendas Blaine” a sus constituciones, prohibiendo que el dinero público vaya directamente a las instituciones religiosas. Aunque en algunos estados, se han establecido programas como becas de crédito fiscal para eludir las enmiendas de Blaine.
Y de esta manera, en esos casos, el dinero se destina de otra manera y puede llegar a las arcas públicas para cubrir los costos de los estudiantes en escuelas privadas o parroquiales.
El caso aún sigue su curso en la Corte Suprema y que se espera de su fallo este verano. Pero los defensores de las escuelas públicas vigilan y siguen este caso muy de cerca.
Si la Corte Suprema sobre Espinoza da su fallo en favor, esto podría alterar la línea que separa la iglesia y el estado, pero por otro lado miles de estudiantes que atienden a escuelas privadas o religiosas podrían verse beneficiados y tener mejores oportunidades, tal vez este podría ser un buen cambio.
Tal vez esta medida ayudaría a más estudiantes y tal vez esto cambiaria mucho el historial y las estadísticas de miles de estudiantes para un mejor aprendizaje, alcanzando llegar a la universidad generando un gran cambio en el futuro y en sus vidas.
No hay duda de que las escuelas públicas ya reciben millones y millones de dinero pero no se ha visto gran diferencia, al contrario siguen con problemas, menos graduados, no tienen aire acondicionado y esto afecta el aprendizaje de los estudiantes, en fin veamos qué es lo que sucede en el desenlace de este caso y que futuro les espera a las escuelas privadas religiosas y que cambios o cómo afectaría a las escuelas públicas y chárter.
Por otro lado La Secretaria de Educación de los EE. UU., Betsy DeVos, emitió la siguiente declaración sobre el Discurso del Estado de la Unión 2020 del presidente Donald J. Trump: “el Presidente entregó un mensaje contundente en apoyo de los estudiantes de Estados Unidos y su futuro.
Todos los estudiantes, padres y maestros deben estar entusiasmados con esta audaz agenda para liberarlos de un sistema de gobierno que limita su éxito. Sabemos muy bien que muchos estudiantes no pueden leer o hacer matemáticas básicas al nivel que deberían; de hecho, uno de cada cuatro estudiantes de octavo grado es analfabeta funcional. El presidente Trump se asegura de que estos estudiantes olvidados ya no sean olvidados.
“Esta Administración quiere que todos los estadounidenses, sin importar su edad, ingresos, código postal o etapa en la vida, tengan acceso a K-12 y opciones de educación superior que funcionen para ellos, liberen su potencial individual y les ayuden a seguir carreras exitosas en Nuestra economía en auge.
Esto se evidencia en el fuerte compromiso del Presidente con la educación profesional y técnica y la expansión del aprendizaje, la reforma de la educación superior, la expansión Second Chance Pell y las Becas de Libertad de Educación.
“Insto al Congreso a prestar atención al llamado del Presidente para aprobar la propuesta de Becas de Libertad de Educación de la Administración. La libertad educativa es inevitable.
Sabemos que funciona para los estudiantes, y sabemos que una abrumadora mayoría de estadounidenses lo quiere. Estoy agradecido al Presidente por su fuerte apoyo a esta propuesta desde el primer día y espero que el Congreso actúe rápidamente sobre este tema bipartidista y ponga las necesidades de los estudiantes por encima de todo lo demás”.
