La Prensa de Colorado 
Por Pastor Pedro H Gonzalez
Un abrazo en Cristo para aquel que semana a semana sigue esta publicación.Es nuestra intención que cada persona que lea, amplié su capacidad y como consecuencia, alcance más, nadie puede subir más allá de lo que conoce, por eso nuestra labor aquí es informarle para formarle, y así lograr que alcance más. He aprendido que la gente es esclava de lo que no conoce y perece por falta de conocimiento, eso me obliga a traer cada semana una pizca de conocimiento porque sé que así lograremos un cambio.
Hoy en día vivimos una epidemia de suicidios, no es extraño oír de alguien que se suicidó; la psicología moderna busca causas y explicaciones y la religión ya no encuentra la forma de poder brindar mas consuelo a las familias afectadas por este flagelo en el que se ha convertido el suicidio.
Se habla de que un fuerte precursor del suicidio es la depresión, otros más dicen que la soledad y sustancias como las drogas y el alcohol están en la lista de posibles culpables también. Lo cierto del caso es que el suicidio tiene sus orígenes (como prácticamente todas las cosas) en el ámbito espiritual.
Las personas que se quitan la vida no llegan ahí de la noche a la mañana, ellas han atravesado un camino y han ido dejando señales que de haber sido interpretadas habría evitado ese paso fatal que ellas dieron, no estamos ni de lejos arrojando culpa sobre las familias o las personas cercanas a alguien que se quita la vida, lo que decimos es que siendo un problema que se origina en lo espiritual, debe discernirse en el espíritu, las señales que deja quien se suicida son de carácter espiritual y solo se podrán entender en el espíritu.
Desde luego que la psicología y la Psiquiatría nos podrán acercar medianamente a entender esas señales pero nunca podrán suplir al espíritu como herramienta en la detección y prevención del suicidio.
El grave problema en este caso es que en una amplia mayoría los humanos entienden la actividad espiritual como una actividad religiosa y en ese caso sí, la batalla contra el suicidio esta perdida desde hace rato; lo que quiero decir es que la religión nunca podrá prevenir un suicidio pero una actividad netamente espiritual sí que podrá hacerlo.
Romanos 8:1 De manera que ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Una persona que sea verdaderamente espiritual jamás podrá tomar la puerta falsa del suicidio como salida.
Cada ser humano que tiene a Cristo en su corazón ha encontrado un interlocutor que jamás le abandona, que siempre esta dispuesto a oír, y que responde. Para esa persona ya no hay soledad, no puede existir la depresión porque Dios es expansión, porque Él no resta, multiplica, esa es la matemática de Dios y con Dios.
El ser humano que anda según el Espíritu es tan seguro de sí mismo que jamás caerá en hoyos negros, no sufrirá de angustias y para el o ella el futuro jamás será un incierto, sino que sabrá con certeza que todas las cosas le ayudan para bien. Habrá entendido propósito y sabrá que ninguna situación le podrá destruir sino por el contrario cualquier cosa que le pase, lo llevará a mayores alturas. 
He aprendido que cada tribulación es momentánea y viene con el fin de manifestar en mi un mayor y más excelente peso de gloria y eso es como resultado de que soy habitado por Cristo quien operando desde mi interior y siendo la cabeza de todo principado y potestad, se encarga de poner todas las cosas en orden y alinearlas para que en mi se cumpla el propósito eterno de dar a conocer a Dios como Padre celestial, para eso se impartió Cristo en mí, y su obra es incesante, notoria, continua y poderosa. Cuando un hijo de Dios entiende esta realidad, para él la vida ya no es la misma.
Los problemas existenciales que orillan a alguien a quitarse la vida son eliminados de tajo cuando se arriba a esta verdad, ya no somo victimas de la vida ni del destino, ya no vemos callejones oscuros y sin salida, ya no dependemos de las circunstancias, tampoco de las personas y menos de las sustancias para ser felices. Para aquel que esta en Cristo, la paz va por dentro, la riqueza también, la alegría brota como ríos de agua viva, desde adentro y nada podrá detenerle en su camino de ascenso. Esa persona se necesita en cualquier parte, en todas partes es bien recibida y es motivo de gozo cuando llega a un sitio dejando un vacío cuando se va. Esos son los hijos de Dios, yo lo invito a que haga parte de la familia de la fe, de ese ejército de hijos de Dios que esta en plan de cambiar el mundo, una persona a la vez.
Visítenos o deme una llamada si en algún momento desea solo hablar o ser escuchado.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de La Iglesia Embajada del Reino.
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Le esperamos.
