La Prensa de Colorado 
Por Pastor Pedro H Gonzalez
Celebremos el amor y la amistad, pero no a la manera del comercio con flores y chocolates, no solamente un día 14 de Febrero.
No porque esté mal, sino porque es insuficiente y se queda solamente en lo superficial, en un día, en una manera clásica, tradicional, de formalismos y convenciones. Celebremos el amor y la amistad a la manera de Dios, validando, redimiendo, transformando.
En 1 Pedro 4:8 somos enseñados que el amor cubrirá multitud de pecados y en proverbios 17:17 se nos dice que, en todo tiempo ama el amigo y amigo es como un hermano en tiempo de angustia.
Estas son dos cosas que hoy por hoy se van perdiendo, el amor y la amistad. No son sentimientos, no son fechas para celebrar, son valores para rescatar y que se le han ido quitando a la sociedad cuando se quedan en un día para ser demostrados o apreciados.
Yo le regalaré flores y chocolates a mi esposa, pero no solo ese día, yo me propongo acariciarla con mis palabras, yo me propongo, darme por entero a ella, valorarla, respetarla aun con mi pensamiento. Cuidarla, esmerarme para que tenga una vida emocionalmente saludable, una vida que demuestre la paz de Dios y que le dé a conocer a todo el mundo que ella es valiosa para mi.
Yo llamare a mis amigos, los ayudare, los motivare pero no solo un dia, los visitare, me interesare genuinamente por ellos en cada situación del camino, me alegraré cuando les vaya bien y estaré ahí cuando algo malo les ocurra. En todo los apoyare.Yo estaré presente en las vidas de mis hermanos y en la de mis amigos y en la de mis hijos en la medida en que sea requerido, guardando la prudente distancia que les permita ser ellos mismos. Sabrán que estoy siempre disponible pero no siendo entrometido en sus asuntos.
Mi mano estará extendida para cuando se requiera, mi voz será siempre de aliento, mi brazo será siempre de apoyo. Mis ojos buscarán en ellos lo que es digno de resaltar y mi boca tendrá la sinceridad para llamar la atención comedidamente sobre aquellas cosas que deben ser mejoradas.
Yo permitiré que los anhelos de ellos, sus inquietudes, sus temores, sean expresados de manera abierta, no se sentirán censurados en mi presencia sino por el contrario invitados a expresarse; yo escucharé. Sobre todo yo estaré presto a darles a conocer al Dios que no solo me creo, sino que me redimió, me válido, me salvo entregándose a sí mismo para que la deuda que pesaba sobre mí fuera paga y así poder llegar a habitar dentro de mi.
Yo honraré a ese Dios que me ama y me valida y lo expresaré imitando lo que él hizo conmigo, haciéndolo con otros.
Así celebrare el amor y la amistad; no un día, no dos, no un mes, todos los días como una constante, como un estilo de vida, como una forma de decir gracias al Padre eterno.Feliz dia del amor y la amistad para cada lector, hagámoslo una celebración constante, diariamente. Un abrazo.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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