Por Pastor Pedro H. Gonzalez
Hemos venido tratando el tema de la fe y lo hemos venido haciendo de una manera progresiva, a la manera de Cristo, para Él toda revelación es progresiva según nos lo declara cuando dice: “Aun tengo muchas cosas que decirles pero todavía no pueden sobrellevarlas”
Una de las cosas que siempre me ha ocupado en el evangelio es el poder llegar yo y llevar a otros, a un campo donde se pueda experimentar el poder de la fe. Quiero decir que una fe que no produce cambios, manifestaciones, frutos, no es una fe operativa, en otras palabras es una fe muerta. Descubrimos entonces, si es que estamos de acuerdo en esto, que la fe debe producir unos resultados tangibles.
Los musulmanes radicales son reconocidos en el mundo y aún son temidos por una razón: ellos son capaces de algo que no todo el mundo ni todos los creyentes de otras religiones serían capaces de hacer. Ellos pueden morir, y moririan gustosos, por defender su fe y sus creencias. No comparto la forma, pero ah como me deleito en el saber que a esos musulmanes su fe los lleva a los hechos. Nadie me malinterprete, no estoy de acuerdo con que alguien mate a otro por razones de fe, lo que quiero mostrar y resaltar, porque es muy importante; es que nuestra fe debe ser militante, debe llevarnos a algo, a una práctica efectiva, visible, notoria de aquello en lo que creemos.
La iglesia primitiva se conocía por trastornar el mundo, y eran temidos, aborrecidos y aun perseguidos, pero eso es nada más que el resultado de una fe militante. Hoy en día tenemos demasiados creyentes miedosos siquiera de ser identificados como tales.
Esos creyentes de la iglesia primitiva eran capaces de vender todo lo que tenían para ponerlo a los pies de los apóstoles a fin de que ellos hicieran la tarea, hoy en dia si se le habla a un creyente del diezmo se ofende y se busca una “iglesia’ donde no se hable de eso. Hoy en día si se predica poner la otra mejilla lo único que produce es risa en la congregación o censura en el caso de los más atrevidos.
No faltará quien quiera imitar al pastor en las madrugadas a orar o en las vigilias pero de ahí a imitar a Cristo sacrificándose a sí mismo por la iglesia para presentársela a sí mismo inmaculada, sin mancha y sin arruga. Eso no se hace ni por la esposa. Hemos desviado el evangelio de tal manera que hoy día la oración de los creyentes no produce resultados y sabe porque? Porque es la oración eficaz del justo la que produce resultados no la del creyente religioso, de hecho esa oración Dios la tiene aborrecida.
Cristo nos hizo justos por su sangre, pero el justo debe pensar, hablar y actuar como tal y sin embargo hoy 2.000 años después de la muerte de Jesus; muerte cuyo unico fin era el de cambiarnos de posición y hacernos justos, todavía se cuentan por millones los creyentes que aún siguen considerándose pecadores y siguen siendo manipulados por el sistema religioso. En Cristo fuimos declarados justos, santos, ungidos, aceptos, y hemos sido glorificados. Desde luego todo ello es en Cristo no en la religión.
Cristo nos da una nueva posición sería bueno que al menos eso pudiera ser un fruto de nuestra fe, entender que estamos ya en otra posición y no en una religión.
La posición es en Cristo, ahí somos más que vencedores, ahí todo lo podemos, ahí somos alcanzados por la bendición, ahí nadie nos puede condenar, ahí somos libres. Y usted amado lector…¿está en Cristo o está en una religión?
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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