California estaba en camino de exigir la vacunación COVID-19 para todos los estudiantes, incluidos aquellos que presentaron exenciones religiosas. El 14 de abril, el Departamento de Salud Pública de California anunció que retrasaría los mandatos para las escuelas hasta el año escolar 2023-2024.
El gobernador Gavin Newsom había anunciado el otoño pasado que el estado requeriría que los niños se vacunaran contra el COVID para asistir a clases en persona tan pronto como la vacuna reciba la aprobación final de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para sus grupos de edad.
Newsom había planeado introducir gradualmente el mandato de la vacuna, comenzando con los estudiantes de séptimo grado y continuando con los estudiantes de sexto grado hasta el jardín de infantes.
Pero ahora, su administración anunció que el mandato no entrará en vigencia, como muy pronto, hasta el 1 de julio de 2023, debido a la falta de aprobación total de la FDA.
Por separado, también el 14 de abril, el senador estatal Dr. Richard Pan, demócrata, suspendió un proyecto de ley que habría requerido que todos los estudiantes se vacunaran contra el COVID-19 para asistir a la escuela, eliminando la exención basada en creencias existente en el estado.
California ya ha hecho esto para las otras vacunas requeridas para los estudiantes, incluidas la varicela, el tétanos, el sarampión y la poliomielitis.
El Senador Pan había presentado el Proyecto de Ley Senatorial 871 en enero y ahora anunció que lo dejará en suspenso. Afirmó que las tasas de vacunación contra el COVID-19 son “insuficientes”, especialmente entre los niños, y que “el estado debe concentrar sus esfuerzos en aumentar el acceso” a las vacunas contra el COVID para niños a través de médicos y otros proveedores de atención médica.
Solo un poco más de un tercio de los niños pequeños han recibido estas vacunas ya que, hasta la fecha, la FDA solo ha aprobado su uso en adolescentes mayores de 16 años.
Los niños entre 5 y 15 años solo pueden recibir la vacuna de Pfizer a través de un autorización de uso de emergencia.
El proyecto de ley provocó una fuerte resistencia de algunos padres que se oponen a las vacunas infantiles obligatorias y de los republicanos, quienes aprovecharon su retraso para pedirle a Newsom que termine con el requisito de vacunación de los estudiantes, según The Sacramento Bee.
Uno de los republicanos que intervino fue el asambleísta estatal Kevin Patrick Kiley, quien lo calificó como una victoria para los padres y estudiantes de California “que hicieron oír su voz”.
Según una encuesta publicada el 14 de abril por el Instituto de Estudios Gubernamentales de Berkeley, un número mínimo de votantes (4%) indicó que el COVID es un tema prioritario en el estado, mientras que el 31% dijo que el acceso a la vivienda era una prioridad y el 23% dijo la seguridad era una prioridad.