Por Pedro H. Gonzalez
El mas cordial saludo a todos los lectores de La Prensa y en especial a aquellos que semana a semana buscan esta columna para ser edificados en LA VERDAD PRESENTE es decir en Cristo.
Quiero referirme hoy a un tema que por estos días esta muy de moda, pero el cual se aborda mas bien desde la perspectiva psicológica que desde la espiritual. Este enfoque erróneo nos desvía de una manera radical y nos atrasa, hoy tratare de explicarlo.
Primero debo decir que no pretendo ni es la intención de este escrito, ignorar los beneficios de la psicología moderna y sus importantes aportes a la salud mental de las personas. Lo que si quiero dejar en claro es que ese enfoque no debería ser el primero y menos el único a la hora de buscar soluciones a las múltiples problemáticas de los que estamos viviendo esta convulsionada época de pandemia, tensiones raciales, sexuales y sexistas, políticas y económicas, con todas sus implicaciones emocionales y psíquicas.
Nada mas importante para el ser humano que sus pensamientos. Ellos le dan forma a nuestra vida, llegando inclusive a moldear nuestro mapa genético. Un pensamiento ordenado, pragmático, afianzado en la palabra de Dios dará como resultado una vida en paz y ordenada también. Por el contrario, un pensamiento caótico que está dominado y pone más atención y énfasis a los hechos externos, termina sucumbiendo al modelo del mundo y enredado en vicios, adicciones, depresión, estrés y por ende enfermedades corporales y emocionales de graves repercusiones.
Permítame mostrarle el poder del pensamiento a través de la escritura, valiéndome de dos o tres textos bíblicos.
Efesios 2:3 Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los PENSAMIENTOS y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Si lo puede notar los pensamientos tienen una voluntad que mayormente quiere ser rebelde, independiente, hacer como ella quiere. Ahí radica el éxito o fracaso de nuestra fe, en el hecho de que los pensamientos hagan su voluntad o nosotros disciplinadamente los llevemos a renovación por medio de la palabra. Sabemos que la fe viene por el oír y el oír, por la palabra de Dios. Así que cuando obligamos nuestro pensamiento a oír la palabra en realidad estamos cambiando una voluntad, (la del mundo) por otra voluntad (la de Dios)
La voluntad de los pensamientos esta directamente influida por la de la carne, estos conforman una pareja prodigiosa capaz de arruinar vidas. Cuando seguimos esa voluntad nos hacemos hijos de ira, mas cuando seguimos la voluntad de Dios, expresada en Su palabra entonces nos hacemos hijos de Dios.
Romanos 12:2 dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento. Eso quiere decir adoptar un pensamiento ordenado, alineado a la palabra es decir a la voluntad de Dios, el resultado será una vida ordenada. Ahora, yo solo se lo estoy informando, no pretendo que usted lo acepte, mas si lo entiende y lo vive, puedo darle garantía de que su vida será mejor.
Es tan serio el tema de los pensamientos que la biblia se encarga de darnos instrucción acerca de como y que debemos pensar, no es una imposición es solo una invitación salida de la amorosa voluntad del Padre para darnos la herramienta para una vida más plena.
Filipenses 4:8
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Es muy fácil caer en pensamientos de derrota, fracaso, escasez, odio, envidia, mala voluntad, enfermedad, apatía, dolor, trauma y etc., pero si somos testigos de nuestros pensamientos entonces podremos darle vuelta a la página errónea de nuestra vida y escribir una pagina mas exitosa cada día, con tan solo cambiar esos pensamientos por aquellos que nos recomienda la biblia en Filipenses 4:8
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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