Por Enrique Monterroza
Quizá tengas muchas preguntas sobre lo que hoy te está tocando vivir. Y es que tu matrimonio aparentemente se esta destruyendo poco a poco y no entiendes el por qué.
A lo mejor tu noviazgo de hace mucho tiempo acaba de terminar y le preguntas a Dios: ¿Por qué permitiste que me enamorara?
A lo mejor llevas mucho tiempo buscando un empleo y hasta hoy no has encontrado y le preguntas a Dios del por qué no te permite obtener ese empleo por el que tanto has orado.
Quizá te acabas de enterar de que una enfermedad se ha apoderado de tu cuerpo o que alguien que conoces y que sabes que es fiel a Dios hoy esta sufriendo una enfermedad que humanamente es incurable y te preguntas una y otra vez del por qué Dios lo ha permitido.
Quizá una persona que amabas acaba de morir de una forma de la cual nunca pensaste que ocurría, dicho suceso ha venido a cambiar tu vida y en medio del desconsuelo le preguntas a Dios insistentemente del por qué tenía que ser así.
A lo mejor económicamente estás pasando momentos muy duros, examinas tu vida y te das cuenta que has tratado de hacer la voluntad de Dios pero que, sin embargo, tu economía no mejora y también le preguntas a Dios del por qué no te ayuda a salir de ese estado que solo te causa desesperación.
Quizá estás pasando una crisis en tu vida en cualquier otra área y eso te ha llevado a caer en un estado de depresión, has perdido el sueño, la paz, el descanso, sientes que todo se va acumulando en tu vida y como una bomba de tiempo sientes que en cualquier momento explotaras porque ya no puedes más.
“Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place.”
Salmos 115:3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Tratar de entender todo lo que podemos estar viviendo mientras nos encontramos como protagonistas de la crisis es casi imposible. Y es que hay cosas que no tienen una respuesta en tiempo real, sino que serán comprendidas con el pasar del tiempo.
¿Cómo poder entender todo lo que pueda estar pasando y que desde nuestro punto de vista no es justo?, si, y digo “no es justo” porque al parecer nosotros tratamos de etiquetar todo entre lo que sí es justo que pase y lo que no es justo que pase.
Si un asesino muere consideramos justo que muera, pero si una persona que ama a Dios muere consideramos que es injusto.
Y es que la pregunta del: ¿Por qué Dios lo permite? Viene antecedida de lo que nosotros consideramos que no es justo que pase.
“El Señor hace lo que le place por todo el cielo y toda la tierra, y en los océanos y sus profundidades.”
Salmos 135:6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Comprendamos algo:
La Biblia dice en Romanos 9:20-21 Traducción en lenguaje actual (TLA):
“yo le contestaría: «Amigo mío, tú no eres nadie para cuestionar las decisiones de Dios.» La olla de barro no puede quejarse con el que la hizo, de haberle dado esa forma. El alfarero puede hacer con el barro lo que quiera. Con el mismo barro puede hacer una vasija para usarla en ocasiones especiales, y también una vasija de uso diario.”
Cuando nosotros comprendemos que Dios es el Señor y quien gobierna TODO, no hay cuestionamiento que exista y que nos haga creer que se está equivocando.
En el libro de Job 9:4 Traducción en lenguaje actual (TLA) leemos lo siguiente:
“¿Quién puede desafiar a Dios y esperar salir victorioso? Su sabiduría es muy profunda, y su poder es muy grande.”
Tratar de comprender las cosas “incomprensibles” que nos pasan es querer demostrar que a lo mejor Dios se equivoco o no esta actuando bien. En cambio, aceptar las cosas que Dios permite aunque estás no nos hacen feliz es entender que todo viene de Él.
Job comprendió este punto y dijo lo siguiente en Job 2:10 Traducción en lenguaje actual (TLA):
“Pero Job le respondió: —No digas tonterías. Si aceptamos todo lo bueno que Dios nos da, también debemos aceptar lo malo. Y a pesar de todo lo que le había sucedido, Job no pecó contra Dios diciendo algo malo.”
Cuando algo duro y difícil viene a nuestra vida, no aparece con el fin de fastidiarnos la vida, ni con el fin de que seamos infelices, todo lo que viene a nuestra vida lo podemos recibir de dos formas:
Primero: Permitiendo que nos afecte, que nos desanime, que nos entristezca, que nos lleve a la ruina y que nos afecte a tal punto de olvidarnos de Dios o cuestionar de mal forma su permisividad.
Segundo: Adorar a Dios en medio de lo malo, seguir creyendo en Él a pesar de no ver lo que quisiéramos ver o no obtener las respuestas que quisiéramos obtener y darle gracias por lo que nos ha dado y no hemos merecido.
La actitud nuestra frente a lo que estamos viviendo demostrará nuestra verdadera fe. Y es que la verdadera fe es aquella que se prueba a través del fuego para saber si realmente es fe verdadera o es una simple emoción.
Si solo adoras a Dios mientras todo está bien y mientras obtienes lo que humanamente quieres, pero cuando viene el momento de prueba huimos, nos rendimos, nos alejamos de Dios, hablamos y cuestionamos su voluntad, entonces tenemos un problema, porque nuestra fe no está bien fundamentada en la Roca que es Dios.
Cada uno de nosotros somos responsables de la actitud que tomemos frente a los sucesos incomprensibles de la vida.
Podemos cuestionar a Dios, podemos quejarnos de lo que estamos viviendo, podemos llorar de impotencia y sentirnos muy triste por eso que no quisiéramos que fuera así. Pero en medio de todo eso, no dejes de confiar en Dios, no dejes de creer en su perfecta voluntad, no dejes de adorarlo, porque comparado a todo lo que te ha dado durante toda tu vida, lo que hoy estás viviendo solo es algo pequeño de lo que pronto saldrás y cuando salgas de ese episodio Dios te mostrará cuál era su propósito por el cual tu fe fue probada y estoy seguro que cuando todo eso termine serás una persona diferente, con muchas más fe de la que un día tenías, porque todo episodio difícil que nos toca enfrentar forja en nosotros un mejor carácter y fortalece nuestra fe en aquel que siempre tiene todo controlado, nuestro Dios Todopoderoso.
Lo que hoy estás viviendo en poco tiempo te servirá para ayudar a otros que cómo tu estarán pasando por momentos muy difíciles, pero lo que Dios forjo en ti durante ese tiempo te servirá para ser de bendición a los que hoy están pasando lo mismo que tu pasaste.
Dios es Perfecto y sus propósitos para nuestra vida también lo son.