Por Enrique Monterroza
Entonces Todos hemos pasado momentos de espera en el Señor, de una u otra manera hemos pedido algo a Dios y esa respuesta en muchas ocasiones ha tardado, no porque Dios tarde para responder, sino porque el sabe el tiempo indicado o mejor dicho perfecto para contestar.
Posiblemente en algún momento de tu vida cristiana has sentido como Dios te dio una amplia visión de lo que haría contigo o lo que haría en tu vida.
Quizá ya paso un buen lapso de tiempo y aun no vez como esa visión se hace realidad.
A mi me gusta ser soñador, de hecho soy un soñador de primera, paso mucho tiempo pensando en realizar muchas cosas que anhelo en el Señor, ha habido momento en donde esos sueños parecieran que son ya una realidad de tantas veces que los he soñado, pero en medio de todo eso he aprendido a saber esperar en Dios.
Dios puede hacer cualquier cosa que nos halla prometido o que nosotros le hallamos pedido, pero también tiene una forma única de contestar o de cumplir lo prometido.
En el antiguo tiempo vemos a un Abraham que tuvo que esperar décadas para ver cumplida su promesa. No es por desalentarte, pero si Abraham que era considerado amigo de Dios tuvo que esperar muchos años para ver concretado su sueño, ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar aquellos que muchas veces no estamos siendo amigos de Dios?
Pero Dios es tan lindo que aunque muchas veces no estamos en nuestro mejor momento espiritual, El viene y responde aquello que tanto habíamos anhelado, quizá no porque te lo merezcas, ni porque seas un súper cristiano, sino para mostrarte que pese a tus errores el quiere bendecirte en gran manera, para que de esa forma propongas mantener una vida santa delante de El y una verdadera relación personal.
Quizá tu estés pasando por uno de esos procesos en donde la visión esta tardando mas de lo planeado, de esos momento en donde dan ganas de gritar al cielo y preguntar: “¿Qué paso?”, de esos momentos que he vivido en muchas ocasiones y que en momento determinado me han llevado a casi desalentarme en ver cumplida esa visión o sueño.
Amado, solo quiero decirte que aunque la visión tardare, no te desanimes, espérala porque sin duda vendrá, no tires la toalla antes de tiempo, no quieras colgar los guantes antes de intentarlo, no te canses antes de haber luchado, esperarlo, mantente firme, busca del Señor, deléitate en El, busca primeramente su justicia, alábalo, exáltalo, sírvele y sobre todo que sea de animo voluntario.
Dios observara todas tus acciones y examinara tu corazón para saber si son acciones que son producidas por un corazón sincero y transparente en el cual no hay un interés de por medio, sino que mas bien esta cumpliendo con su parte como dice la Palabra: “deléitate así mismo en Jehová”, y cuando eso pase, entonces Dios hará su parte que es: “y El concederá todas las peticiones de tu corazón”.
Aun cuando la visión tardare, espérala, porque sin duda VENDRÁ.