Por Dr. Myles Munroe
Extracto del libro
“Los Principios
y el poder de la Visión”
Cuando yo le hablo a los grupos de gente acerca de la visión, ya sea que lo haga bajo el contexto de los negocios, del gobierno o de la iglesia, yo siempre enfatizo la siguiente verdad, porque yo creo que es crucial que cada uno de nosotros entienda esto: la persona más pobre en este mundo es una persona que no tiene sueño alguno. Tal vez tú nunca has sabido lo que tú quieres hacer con tu vida. O tal vez una vez tú tuviste un sueño, pero lo perdiste de vista a través de circunstancias desalentadoras o por medio de las muchas ocupaciones que el estilo de vida de ir día por día exige. No importa qué tanto dinero tú tengas, si no tienes una clara visión para tu vida, tú eres verdaderamente pobre. Se ha dicho que si tú no sabes hacia dónde te diriges, cualquier camino te puede llevar ahí. Lo que es peor, ni siquiera sabes cuando has llegado. A menos que tú tengas un claro entendimiento del punto hacia donde te diriges, las probabilidades de que llegues ahí son muy pobres-en el mejor de los casos. El problema es que la mayoría de la gente no tiene visión más allá de sus circunstancias actuales. Sin una visión del futuro, la vida pierde su significado. La ausencia de significado, entonces, lleva a la falta de esperanza. Cuando la gente carece de esperanza acerca de las situaciones de su vida, ellos se llenan de resentimiento hacia sus trabajos o hacia su familia. Ellos sienten como que han estado desperdiciando su vida y que han comenzado a vivir teniendo un vago anhelo interno que es constante, buscando algo más. Ellos tal vez han dejado de participar en la vida de cualquier forma importante. No importa qué tanto dinero tenga una persona, cualquiera que vive de esta manera es muy pobre. Una vida sin visión es una existencia que ha sido golpeada por la pobreza.
Pero si tú puedes ver más allá de tus circunstancias actuales, si tú puedes tener esperanza para el futuro, tú tienes verdaderas riquezas, sin importar qué tanto dinero tengas en la cuenta de tu banco. Esta es la razón de por qué la Biblia nos anima con estas palabras: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros”-declara el Señor-”planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11). No importa lo que tú has hecho o dejado de hacer hasta este momento, mientras tanto que tú puedas ver aquello que tú puedes llegar a tener. Esta visión es la clave para la vida, porque donde hay un sueño, hay una esperanza, y donde hay esperanza, hay fe-y la fe es la sustancia, o el cumplimiento, de aquello que tú estás esperando. (Favor de ver Hebreos 11:1.)
La persona más pobre en el mundo, es una persona que no tiene sueño o visión alguna.
Viviendo con Sueños No Realizados
El hecho de tener una visón o un sueño es algo inherente al ser humano. ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué es aquello que te imaginas haciendo? ¿Qué es aquello que tú quieres llegar a hacer? ¿Acaso estás haciendo lo que realmente quieres hacer con tu vida? Tal vez algún día tú tuviste ideas de lo que tú querías llegar a hacer y a ser, y hoy en día, tú todavía tienes esas ideas. ¿Acaso te ves a ti mismo, convirtiéndote en un abogado y poniendo tu propia oficina de abogados? ¿Acaso sueñas con ser propietaria de una exitosa boutique donde la gente está esperando, formados en una línea para comprar los artículos de moda que tú diseñaste? ¿Acaso has pensado acerca de ser el dueño de una guardería para niños que tiene reputación de primera clase y que les da servicios a doscientos niños? ¿Acaso quieres escribir una novela? ¿Te imaginas a ti mismo como propietario de un negocio muy próspero y siendo capaz de darle mucho dinero a tu iglesia?
¿Acaso sueñas con regresar a la escuela y poder hacer algo con tu educación y con tus habilidades académicas?
Para cuando llegue el fin de semana, muchos de nosotros nos sentimos muy cansados. La pregunta es, después de habernos cansado hasta morir, ¿acaso nos encontramos más cerca de donde queríamos llegar? La gente tiene todo tipo de ideas en sus mentes, pero rara vez actúan basados en ellas. Este es el patrón que ocurre muy frecuentemente: Pasan cinco o diez años, y ellos todavía no han hecho nada que ayude a que realicen sus sueños. Pasan veinte años, y ellos todavía no han llegado a hacer lo que realmente querían, ni han llegado a cumplir lo que querían crear o construir.
Mientras que la persona más pobre en el mundo es la persona que no tiene sueño o visión alguna, la persona más frustrada en el mundo es alguien que tiene un sueño o una visión, pero que no sabe cómo hacer para que esto se cumpla. Esta es la persona cuyo sueño o visón se ha convertido en una pesadilla de expectativas no realizadas. Cuando la gente siente que sólo anda vagando a través de la vida y que está desperdiciando su potencial, su desaliento puede derramarse hacia otras áreas de su vida, incluyendo sus relaciones, lo cual causa dolores adicionales. Esta gente ha llegado al final de sus vidas, completamente secos, en lugar de estar completamente realizados, debido a que no existe relación alguna entre sus trabajos y sus visiones; no existe relación alguna entre sus circunstancias actuales y sus sueños o visiones.
Es deprimente y frustrante el hecho de tener una idea durante años que aun no has podido ver realizada. ¿Acaso te encuentras preocupado y desgastado por tener expectativas muy altas que nunca llegan a realizarse? Tal vez en este momento, tú tienes tantos sueños o visiones que no se han realizado, que has llegado al punto en que duele mucho el tratar de soñar en algo más. Tal vez tú comenzaste a ir en busca de tu visión, pero te desviaste o algo malo sucedió, y tú lo abandonaste-no había suficiente dinero, demandaba mucho tiempo de ti, había gente en contra tuya debido a esto, tu trabajo regular fue muy demandante, o tu propia familia dijo que esto nunca iba a llegar a ser posible. Debido a que el hecho de continuar con tu sueño o visión fue tan difícil, tú te retiraste, diciendo, “[Olvídalo! Ya no voy a tratar de ser aquello que realmente quiero ser. Sólo voy a obtener un trabajo ‘normal’ con un sueldo seguro y a conformarme. Vaya vivir como una persona normal, con amigos normales, y en una casa normal, recibiendo un sueldo normal, y vaya ser sepultado en una tumba normal”.