Por Jonathan Miraval
Black Mass cuenta la historia verdadera de Whitey Bulger, un excriminal que se transformó en informante del FBI. La película fue dirigida por Scott Copper y está protagonizada por reconocidos actores, como Benedict Cumberbatch, Joel Edgerton, Kevin Bacon y, soprendentemente, Johnny Depp. La película se enfoca en el cambio de Bulger (Depp) de criminal a informante para de esa manera deshacerse de sus enemigos dentro de la mafia. De hecho, algunos dentro del FBI deciden protegerlo, a pesar de su pasado criminal. La historia es verdadera y sin dudas resulta muy interesante. ¿Pero qué pasa con la película?
En muchos aspectos, la película también es interesante. Las actuaciones son muy buenas. E incluso recubierto de mucho maquillaje (algo que parece que le gusta mucho), Depp provee una de sus mejores actuaciones de los últimos años. En otras películas recientes, Depp no tuvo un buen papel, por eso es bueno verlo en Black Mass con un personaje serio al que él agrega un toque de humor negro.
Bacon y Edgerton acompañan muy bien Depp. Edgerton provee una actuación mucho mejor de lo que hizo en otra película reciente, The Gift. La fotografía de la película también es muy buena y no solamente porque retrata algunos de los lugares más bellos de Boston.
Pero, a pesar de todo ello, Black Mass parece un poco superficial. La película se disfruta y algunas escenas son muy interesantes. Pero la historia en sí parece vacía y no genera una conexión emocional. Después de todo, se trata de un criminal que persigue a otros criminales. Y casi todos en la película son villanos, ¿Cómo haría la audiencia para conectarse con esos personajes?
Obviamente, esa conexión se puede crear, como se hizo en Goodfellas (1990). Sin embargo, el diálogo en Black Mass no llega al nivel de Goodfellas. Y Black Mass incluye muchos detalles de los procedimientos policiales que sucedieron en la vida real pero que quizá no tendrían que haber sido incluidos.
Obviamente, los procedimientos policiales pueden ser la base de una película, como lo demuestra Zodiac (2007), que es interesante a pesar de durar dos horas y media. Pero en Black Mass las investigaciones policiales no resultan atractivas y se mueven con lentitud, en marcado contraste con las escenas en las que aparece Depp. Por eso, a pesar de las grandes actuaciones, Black Mass quizá no sea una película para el recuerdo.
De todos modos, la película es interesante y vale la pena verla, aunque quizá sean pocos los que quieran verla más de una vez. Pero cada uno decide. 7/10.