La Prensa de Colorado Extracto del libro
“Los Principios y el Poder
de la Visión”
Por Dr. Myles Munroe
LA MENTE DEL HOMBRE PLANEA SU CAMINO,
PERO EL SEÑOR DIRIGE SUS PASOS.
– PROVERBIOS 16:9
El sexto principio es que debemos entender el proceso de la visión. Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas, pero El hace que esos planes lleguen a existir en una manera graduaL Yo estoy aprendiendo que Dios nos dice hacia dónde vamos a ir con nuestras visiones, pero en muy raras veces El nos dice exactamente cómo es que El nos va a llevar allá. El nos da propósito pero El no explica el proceso completo.
En Proverbios 16:9 dice, “La mentedel hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos”. Debes notar la palabra “pasos”. Dios no dijo que El iba a dirigir nuestros brincos, sino nuestros pasos. No existe prisa alguna para llegar a la visión de Dios. El nos guía paso a paso, día tras día, a través de tribulaciones, de pruebas y de oportunidades que edifican el carácter, a medida que El nos mueve hacia nuestros sueños o visiones. ¿Por qué es que Dios nos dirige de esta manera? Porque El no sólo quiere que ganemos; El quiere que ganemos con estilo. El deseo de Dios es formar gente con carácter y con cicatrices de batalla que puedan decir, “Dios no sólo me dio esta visión. Yo he calificado para ella”.
La Ruta Nos Prepara para el Destino
Algunas veces nos volvemos impacientes con el proceso de Dios debido a que podemos ver nuestros destinos, y queremos llegar ahí de inmediato. Sin embargo, Dios dice, “No, Yo tengo una ruta que te va a llevar ahí”. Y aunque esta ruta parezca ser más larga, no fue diseñada para impedirnos llegar a nuestro destino; fue diseñada para prepararnos para nuestro destino.
En el momento que recibimos nuestras visiones, no estamos todavía preparados para ellas. Todavía no tenemos la habilidad para manejar las cosas tan grandes que estamos soñando.
No tenemos la experiencia ni el carácter para ellas. Dios podría realizar rápidamente todo 10 que El desea hacer a través de nosotros, pero El quiere prepararnos para recibir y trabajar en nuestras visiones.
En el momento que recibimos nuestras visiones, no estamos todavia preparados para ellas.
Tú debes aprender a ser entrenado para aquello que Dios te dijo que está en camino. Tú no necesitas preocuparte acerca de que si va a suceder o no. Si El te ha prometido que viene en camino, entonces, así es. Tú debes mantenerte en curso si tú estás tratando de seguir la obra que Dios te ha llamado a hacer. Mantente en el asiento donde Dios te ha colocado, ponte tu cinturón de seguridad y agárrate de ahí hasta que El haga que la visión se realice. Va a suceder, pero tú debes esperar en El.
Nosotros le preguntamos a Dios, “¿Por qué necesito ir por este camino? No me gusta esta ruta”. Dios responde que la ruta va a hacer dos cosas 
para nosotros:
1. Va a desarrollar nuestro carácter.
2. Va a producir responsabilidad en nosotros.
Nosotros no nacimos con ningunas de estas dos cosas, así que tenemos que aprenderlas. Más aun, si Dios nos fuera a mostrar la ruta por dónde vamos a ir, tal vez Le diríamos, “Está bien, Dios. Tú puedes quedarte con Tu visión. Yome vaya quedar dónde yo estoy”.
Vamos a ver la vida de José como un ejemplo. Cuando él sólo tenía diecisiete años de edad, él tuvo un sueño de Dios, donde su padre, su madre y sus hermanos se arrodillaban delante de él. (Favor de ver Génesis 37:9-10.) José pensó para sí mismo, “¡Síl Me gusta este sueño”. El se vio a sí mismo en un trono con todo un reino a sus pies. En su mente, él era el Rey José.
Las maneras de Dios de llevarnos adónde necesitamos llegar frecuentemente son muy diferentes de lo que esperamos.
Dios le había dado una visión, pero Dios no le había dicho cómo es que él iba a llegar hasta ahí. Supongamos que Dios dijo, “José, tú te Vas a convertir en un gran gobernador y aquí está lo que Yo he planeado para llevarte hasta ese lugar. En primer lugar, tus hermanos van a hacer pedazos tu vestido favorito y te lo van a desgarrar en tus propias espaldas. En segundo lugar, ellos te van a arrojar en un pozo.
En tercer lugar, ellos te van a vender como si fueras un esclavo. En cuarto lugar, la esposa de tu amo va a decir mentiras acerca de ti, acusándote de haberla violado. En quinto lugar, tu amo te va a arrojar en la cárcel, donde tú vas a ser olvidado por un largo tiempo. Sin embargo, eventualmente, tú vas a llegar al lugar que te he dicho”. Si Dios le hubiera dicho esto a José, José probablemente hubiera contestado, “Déjeme decirte una cosa. Yome vaya quedar como estoy y voy a seguir siendo sólo un pastor. Estoy muy contento con lo que tengo en este momento”.
Algunos de ustedes se encuentran en medio del proceso de la visión y se están preguntando, “¿Dónde está la visión que Dios me ha prometido? ¿Dónde están todos esos grandes sueños que El me mostró hace cinco años? El negocio donde yo estaba trabajando se cerró. Yo perdí mi trabajo, y entonces, perdí mi casa. Esto no se parece en nada a la visión que Dios me mostró”. Tú estás comenzando a preguntarte incluso si existe un Dios en los cielos. José se sintió de la misma manera mientras atravesaba todas sus tribulaciones. El se vio a sí mismo, sentándose en un pozo, siendo que sólo unos días antes, él se había visto a sí mismo sentado en un trono.
Probablemente él estaba pensando, “¿Dónde está el Dios que me mostró ese sueño?” Yo creo que la respuesta de Dios para José fue algo como esto: “Estoy contigo en este pozo, y estoy trabajando en tu carácter, porque tú no puedes gobernar bien si Yono hago esto”.
¿Te puedes imaginar lo que hubiera sucedido si José nunca hubiera aprendido a controlarse a través de todas estas tribulaciones? Cuando la esposa de Potifar trató de seducirlo, él pudo haber caído en la tentación. En lugar de esto, debido a que él tenía que aprender la disciplina y la dependencia en Dios, él podía ser confiable aun en dicha situación.
Las maneras de Dios para llevarnos adónde necesitamos llegar frecuentemente son muy diferentes de lo que esperamos, pero siempre existe una buena razón para que esto sea así.
