Adriana Macías atrapó
al público de Denver;
entrevista exclusiva
con La Prensa de Colorado
Adriana Macías se robó el corazón de la comunidad de Colorado. Su sensibilidad, su manejo de escenario; su humor, incluso utilizar su natural picardía para jugarse bromas mismas por su falta de brazos, dejó en claro que su calidad como ser humano va acorde con la misión de sus
conferencias, del contenido de sus libros y de la inspiración que derrama en aquellas personas que tienen el privilegio de compartir con ella en un escenario, como sucedió la noche del 29 de junio en Denver.
Durante su conferencia habló de ella, de su ayer, de cómo poder enfrentar a sus padres sin herirlos, ante una pregunta muy difícil de dejar escapar sin afectar a quienes le dieron la vida: ¿Por qué había nacido sin brazos? De dejar que el calendario siguiera su curso y quizás, dentro de ella misma pudiera sembrarse la esperanza de que algún día le pudieran crecer. Se enfocó en las mujeres, les proporcionó elementos para buscar un cambio, ser felices; habló del perdón, de la responsabilidad como padres que tenemos para ayudar crecer a nuestros hijos seguros, exitosos… fue la noche de Adriana con las mujeres de Colorado.
Una vida llena de retos, de aprender y tener la confianza que de ella misma dependía su éxito, de ser la mujer quien hoy es: empresaria, escritora, conferencista, mujer, madre, esposa…es pues Adriana Irene Macías Hernández.
Gracias al creador de la Fundación Vive, Raúl Alejandro, es que Adriana Macías pudo llegar a Denver, su primera vez y de seguro dejó en claro que se espera de nuevo su regreso, con otro tema o posiblemente con una obra de teatro que ella misma comentó le gustaría presentarla en la ciudad de las Montañas Rocosas.
Un día antes de su presentación tuvimos la oportunidad de convivir con ella, de tomar un cafecito, de que los mismos invitados, entre ellos Ismael Netzahuatl y un servidor –de la Asociación de Escritores Independientes, AEI- y Mary Flores –Presidenta de La Prensa de Colorado-, nos dejáramos envolver de la magia de la noche, pero sobre todo, de que la también Licenciada en Derecho respondió de todo; fue muy amable y sobre todo, compartió parte de su pasado, de su legado y de su misión.
Para Adriana Macías, dijo, es muy importante que en México se pudiera trabajar en trazar mejor en una escala de valores… “hay que pensar en el futuro, en el mañana y que en cada cosa que hacemos habrá una consecuencia; hay que enseñar desde la niñez que si te encontraste algo, no te lo guardes, porque de tanto guardarlo y guardarlo te va a llevar a Almoloya –una cárcel-. Hay que enseñarles a entregarlo, ya que desde esos pequeños detalles vamos cultivando nuestros valores y lo que hacemos hoy, mañana nos va a generar una consecuencia. No hay que restarle importancia al valor de la familia, eso es una base fundamental”.
¿Cómo se abraza el éxito?, le preguntamos.
_ “Se abraza tal cual abrazamos a las personas. Hay una historia, que un día un niño le dijo a su mamá ¿Cómo puedo conservar la amistad de un
amigo para siempre? Caminaban por la playa y la mamá le dijo al pequeño que tomara un puño de arena en sus dedos y lo apretara con todas las fuerzas en su mano. Al hacerlo, la arena se fue trasminando en sus dedos. Ahora, agregó la mamá, arropa ese puño de arena en tus brazos. Así se contuvo el niño todo el tiempo, hasta que soltó la arena… Así se abraza el éxito, hay que dejarlo libre y sostenerlo, pero nunca lo creamos nuestro, porque en el momento de apretarlo tan fuerte se puede escapar. El éxito se abraza todos los días, se arropa poquito y se deja…”
Ante la pregunta de ¿qué es lo más fácil que haya hecho?, Adriana Macías, sonrió y aunque no lo pensó mucho, señaló: “Ha sido hablar. Lo disfruto mucho y hasta hablo por los codos. Y lo más difícil que he hecho en mi vida, es mi hija. Es un verdadero milagro de vida…”
Adriana Macías señaló que hay personas que le inspiran, como sus padres y hoy en día que ya es mamá, comprendió ese sentimiento que tuvo su mamá cuando la recibió. “Hay muchas personas que nos han ayudado a cambiar la historia para bien o para mal; porque aquellas que parecen que son negativas, también son nuestros maestros para el perdón, la paciencia, tolerancia y la fe”. Ya con tres libros, Abrazar el Éxito, La Fuerza de un Guerrero y Amor Hecho a Mano, para ella son como un hijo y es de la idea de que todos los seres humanos deben escribir uno “y no solo por publicarlos, sino para leerlo nosotros mismos, ya que se disfruta diferente, se vive diferente a cuando lo escribes y tú mismo lo lees”.
Hablar con Adriana Macías, en un lapso de dos horas, fue recopilar muchas de sus anécdotas, de hacer un viraje a su pasado, de cuando era niña y
por ejemplo que compartiera aquél momento cuando surgía la inquietante pregunta a su mamá de por qué era así. “Para mí fue muy impactante hacerle esa pregunta, porque en ese momento la conciencia de niño y ver que mis papás estaban tranquilos, era difícil y en una de esas yo creía que a lo mejor ni lo habían notado ¡pero me hacen falta dos brazos! Y a lo mejor con esa pregunta los angustiaba. A mí me pasaban muchas cosas por la mente. Mi mamá se enteró que yo creía que me iban a crecer los brazos cuando publiqué mi primer libro y yo al enterarme que ella no lo sabía…para las dos fue increíble. Fue uno de los momentos más impactantes en mi vida, porque mi mamá y yo tenemos siempre hemos tenido una comunicación increíble”.
Se puede hablar mucho de Adriana Macías, quien desde 1999 empezó a dar con sus conferencias, se ha presentado con éxito en todo México, Centroamérica, Sudamérica, y parte de Estados Unidos. Su tesis de Licenciatura en Derecho, que cursó en la Universidad Tecnológica de México, promueve una ley para salvaguardar los derechos de las personas con discapacidad. Tiene también un postgrado en Administración de Recursos Humanos, así como distintos seminarios de Oratoria, Relaciones Humanas, Desarrollo Humano, Tanatología, Calidad en el Servicio, Programación Neurolingüística, Inteligencia Emocional y Motivación Personal.
Eso y mucho más es Adriana Macías.