Tomás Menchaca Los Broncos de Denver salieron al camino sabiendo que harian historia, la pregunta era ¿positiva o negativa? la respuesta llego hasta los últimos
momentos en su juego en los Ángeles donde enfrentaron a los Chargers a los cuales vendieron 20 a 13, con esto llegaron a su victoria número 500.
El caballo de batalla para que esto sucediera fue un jugador que desde su niñez ha amado los colores azul naranja, este es el corredor Phillip Lindsay quien se puso el equipo en los hombros cuando las cosas se estaban poniendo difíciles y tuvo algunos acarreos que lograron primero y diez que mataron el reloj.
Lindsay termino con 147 yardas totales, 33 en cuatro recepciones y 114 en 15 acarreos.
Otro factor importante en la victoria de los Broncos fue su defensiva que por fin logro algunas pérdidas de balón con un par de intercepciones, una de ellas en la zona de anotación.
Digamos que la única unidad que no jugo a buen nivel fue la de los equipos especiales ya que permitieron una anotación, además de que el pateador Brandon McManus fallo un gol de campo, pero aun así se limpiaron un poco el rostro al final cuando Brandon conecto una patada que le dio 3 puntos y la unidad recupero una patada corta que ya no le dio la oportunidad a los Charger de poder empatar el encuentro.
Llegar a esta mágica cifra a los Broncos de Denver les costó 60 años y romper una de las rachas más negativas (8 derrotas en fila) en la historia de los de la Milla Alta, esperemos que las cosas regresen a la normalidad y las victorias lleguen con más frecuencia.
