Tomás Menchaca En una de las actuaciones más tristes en su historia los Broncos de Denver fueron superados con facilidad por los Eagles de Filadelfia, 51 a 23.
Con lo que se acumularon 4 derrotas al hilo, algo que no pasaba desde el 2010, en la era de John Elway es la primera vez.
Los factores de la derrota fueron múltiples, al inicio fueron los castigos los cuales le quitaron el poco impulso ofensivo y le dieron vida al de Filadelfia, solo en la primera mitad fueron 9 los pañuelos para 70 yardas, al final 14 y se quedaron a uno de la marca del equipo.
Otro de los factores de la mala actuación, fue que no se pudo detener la carrera, se llegó a este encuentro como una de las mejores defensas contra la carrera solo promediando 72 yardas.
El domingo se permitieron más del doble 197 además de tres viajes a la zona de anotación. Fue raro ver como la defensiva fue superada con facilidad en casi todos los aspectos del juego ya que también por vía aérea permitieron 4 anotaciones.
A la ofensiva los problemas siguieron con la lineo ofensiva la cual una vez más fue superada, con lo cual el ataque terrestre desapareció.
En 19 acarreos solo se lograron 35 yardas con esto obligaron al mariscal de campo Brock Osweiler a lanzar el ovoide 38 ocasiones de las cuales solo completo 19 y 2 de esos pases fueron intercepciones fáciles para la defensiva de las Eagles quienes hay que decirlo todo el equipo está jugando muy bien.
Su mariscal Carson Wetz terminó con una tarde de ensueño con solo 15 pases completos 4 de ellos de anotación.
La derrota fue dolorosa para toda la afición Azul Naranja la cual no se merece una actuación como la de Filadelfia, donde el equipo lució mal entrenado y sin espíritu en algunos momentos.
Esto tienen que cambiar de inmediato ya que el domingo se enfrentan a los Patriots los cuales son un rival de los más odiados una victoria haría olvidar un poco la mala temporada.
