Por GobiernoUSA.gov
La temporada de huracanes comienza cada año el 1° de junio y termina el 30 de noviembre. Según La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés) más de 35 millones de personas viven en zonas que pueden ser afectadas por huracanes.
Los fuertes vientos, lluvias e inundaciones que acompañan a este tipo de fenómeno natural podrían causar daños materiales y poner en peligro la vida de las personas. Saber qué hacer antes, durante y después de un huracán puede ayudar a disminuir los daños, y resguardar su vida y la de su familia.
Antes y durante la tormenta
• Esté atento ante cualquier señal de alerta y emergencia (PDF) emitida por las autoridades.
• Conozca los planes de emergencia de lugares donde su familia va regularmente, como el trabajo y la escuela.
• Identifique las áreas más seguras de su hogar, puede ser una habitación con pocas ventanas, el pasillo o el sótano.
• Encuentre los refugios o centros de evacuación cercanos a su comunidad.
• Reúna un equipo de suministros básicos.
• Cubra las ventanas con tablas de madera o persianas exteriores diseñadas para protegerse contra los vientos fuertes (contraventanas o “shutters” en inglés).
• Asegúrese de cerrar las ventanas y persianas.
En caso de evacuación
• Sintonice la radio del tiempo de NOAA para saber qué hacer y a dónde ir
• Si no está con su familia pónganse de acuerdo dónde reunirse después del huracán
• Cierre las ventanas y puertas, y desconecte los aparatos eléctricos antes de salir
• Lleve consigo un maletín con ropa, medicamentos, documentos importantes, dinero y suministros.
• Conduzca sólo por las rutas indicadas por las autoridades y evite tomar atajos que pudieran ser peligrosos.
Al volver a casa
• Regrese únicamente cuando las autoridades indiquen que está fuera de peligro.
• No camine ni conduzca por calles inundadas o sobre estructuras inestables, como puentes o rutas provisionales.
• Revise el exterior de su casa antes de entrar, puede haber cables eléctricos sueltos u otros objetos peligrosos que no estén a la vista.
• No entre si detecta un olor a gas o si ve señales de una inundación o incendio, la estructura de la casa podría estar debilitada.
• Tome fotos de las áreas afectadas para presentar un informe a su compañía de seguros.