Tomás Menchaca Dicen por ahí que cuando uno deja de soñar es cuando comienza el final, de niños nos identificamos con nuestros héroes y queremos ser
como ellos, por las noches visitamos los campos de juego y nos convertimos en esas leyendas.
Con el tiempo nos enfocamos en cosas distintas y tal vez dejamos a un lado nuestros sueños de llegar a ser por ejemplo un atleta profesional ya sea porque nos faltó talento o dedicación un par de ingredientes esenciales para ser una de esas leyendas.
En otros casos hay ese par de ingredientes, pero la vida simple- mente tiene otros planes o eso es lo que nos hace pen- sar por que la recompensa nomas no llega y podemos ponernos un poco frustra- dos y renunciar y hay otros que nomás no se dan por vencido y siguen luchando por sus sueños como es el caso de Wynton Bernard jar- dinero central que en el draft del 2012 fue elegido por los Padres de San Diego en la ronda 35, no se la complico pasaron 1064 jugadores antes que él señal de que el camino por delante para poder debutar en el mejor beisbol del mundo seria duro.
Así llego el primer turno al bate como profesional que se convirtió en el primer hit y su primer robo de base y su prim- era carrera anotada. La historia de Wynton nos debe de enseñar que nunca bebemos de dejar de soñar y trabar con la frente en alto que la fortuna llegara cuando menos te lo esperes.
