La Prensa de Colorado 
La ciudad pide a Colorado apoyo de la Guardia Nacional y cambia la duración de las estancias en los refugios.
Esta afluencia, la tercera, tras la ola inicial de diciembre y una segunda oleada en mayo está afectando la capacidad de los albergues y limitando la disponibilidad de personal.
Abrumada por la reciente oleada de inmigrantes, Denver se acercó al gobernador para pedirle apoyo a la Guardia Nacional de Colorado, la petición se hizo la semana pasada pero Colorado denegó la solicitud, dijo un portavoz estatal, porque no existe ningún mecanismo para llamar a la Guardia Nacional sin un estado de emergencia declarado.
Pero en cambio, el gobernador Jared Polis (D) envió 40 miembros de su personal civil para ayudar a procesar las nuevas llegadas de inmigrantes, dijo un portavoz del estado. Además, también dijeron que Polis no está considerando un estado de emergencia en este momento.
El reciente aumento de inmigrantes que llegan a Denver no se parece a nada que la ciudad haya visto desde que comenzó a rastrear las llegadas desde la frontera sur en diciembre pasado.
Denver anunció que está modificando sus políticas de duración de estadía en sus refugios para migrantes en respuesta a un aumento significativo de recién llegados desde la frontera sur.
Según un comunicado, los huéspedes migrantes adultos sin hijos serán alojados en centros de acogida durante 14 días en lugar de 21, mientras que a las familias de inmigrantes con niños se les permitirá permanecer durante 37 días en lugar de 30.
El cambio, que entra en vigor el miércoles, no impactara a las personas que llegaron antes de esa fecha.
Hasta la fecha, Denver ha atendido a más de 21,000 inmigrantes a un costo de 26 millones de dólares.
Según el comunicado, durante la semana pasada, el promedio diario de nuevas llegadas es de casi 300, con una población total de refugios para migrantes ahora de 2,500 y nueve autobuses de Texas que llegaron a Denver solo el domingo.
Estas cifras han aumentado considerablemente incluso desde mediados de septiembre, cuando el promedio diario de recién llegados a Denver era de 125 y la población del refugio era de 1200, según el comunicado.
Esta afluencia, la tercera, tras la ola inicial de diciembre y una segunda oleada en mayo está afectando la capacidad de los albergues y limitando la disponibilidad de personal.
Según el comunicado, Denver es el principal responsable de proporcionar refugio temporal de emergencia.
Con la llegada del invierno, clima frío en el horizonte, la ciudad hace un llamado a las comunidades de todo el estado para que apoyen el esfuerzo de refugio, y a las organizaciones sin fines de lucro, organizaciones religiosas e individuos para que ayuden en la respuesta como voluntarios, uniéndose al esfuerzo como un contrato trabajador y donando artículos necesarios como ropa.
En vez de pedir la ayuda de la comunidad que esta sufriendo con esta economía tan dificil, deberían pedirle más dinero a Biden para solventar todos estos gastos y mantener a todos los imigrantes que esta dejando entrar.
