Aun año de que llego COVID-19 a las vidas de los estadounidenses y al rededor del mundo, en este mes se cumple ya un año de vivir con esta situación y con todos los lineamientos de seguridad implementados por los gobiernos. Como lo es uno de ellos el traer un “bosal”, un tapabocas y otro del distanciamiento social.
Pero también hemos estado viviendo y viendo últimamente protestas por varias partes del mundo, protestando por la libertad ya que en muchos países ya se han dado cuenta de que este virus chino hecho en china como lo dice Trump y muchos otras personas, algunas de ellas que se desenvuelven en la área medica. Se dice que esto ha sido simplemente una farza para atentar con la libertad mundial.
Y viéndolo por el otro lado, el pánico oficial de un año por la pandemia de COVID-19 está dando paso a un análisis de las desastrosas decisiones de política pública que se tomaron en respuesta al virus. Y de como el gobierno quiere y ha intentado quitar la libertad a la humanidad.
En el análisis ahora sabemos de lo que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, hizo con la vida de los ancianitos y que aparentemente causó miles de muertes innecesarias al enviar a ancianos infectados a hogares de ancianos, colocando a los más afectados y peligrosos entre los más vulnerables.
Ademas de que su administración luego encubrió el número de muertes que causó, justificando recientemente la medida con el argumento de que la verdad habría sido políticamente inconveniente.
Y aunado a todo eso que ha causado, es el tan famoso y buen gobernador que hasta lo premian y ha recibió un premio Emmy por sus “magistrales” sesiones informativas televisadas sobre el coronavirus. Después de todo esto ahora enfrenta una investigación del FBI y el pueblo le llama a renunciar. Veamos hasta donde llega todo esto y si realmente lo harán pagar detrás de las rejas.
Otra figura de figuras públicas, es el tan buen doctorsito, el prominente, el Dr. Anthony Fauci, que ahora nuevos documentos muestran que él y otros funcionarios de salud inicialmente ocultaron el conocimiento de los orígenes, la naturaleza y el alcance de la pandemia, poniendo a los estadounidenses en riesgo y ayudando a China a evitar una culpa justificada.
Y aun con todo esto, se hace aparecer en la television y redes sociales diciendo que se tiene que usar hasta mas de tres mascaras faciales para ser mejor protegidos, por favor hasta cuando van a estar poniendo a esta figura monstruosa en un pedestal.
Es tiempo de que los dormidos despierten y los despiertos no se duerman ni un segundo.
Y para que usted lo sepa, el Judicial Watch y la Daily Caller News Foundation ayudaron a descubrir 300 páginas de correos electrónicos y otros registros del Dr. Fauci y el Dr. H. Clifford Lane del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Y que esos correos muestran que los funcionarios de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) adaptaron los formularios de confidencialidad según los términos de China, al tiempo que permite a la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantener en secreto un análisis epidemiológico de enero del 2020.
Cabe destacar que los funcionarios de salud internacionales estaban preocupados y con mucha razón porque la información sobre el brote de COVID-19 comenzó a surgir lentamente de la República Popular de China hace más de un año. Pero no podrían realizar investigaciones rigurosas sin la cooperación de Beijing.
La República Popular China estaba controlando de cerca lo que se podía saber o discutir para eludir la responsabilidad, y los funcionarios de salud fuera de China decidieron cooperar, intercambiando ética por acceso.
Y un ejemplo es uno de esos correos electrónicos del 20 de enero del 2020 que señala un análisis epidemiológico que la OMS realizó a principios de ese mes, pero afirma que es “estrictamente confidencial” y “no debe difundirse más”. Entonces, justo en el momento en que la intervención temprana podría haber salvado millones de vidas en todo el mundo, este estudio inicial crítico fue completamente silenciado.
Y más tarde, cuando finalmente se permitió la entrada a la República Popular China a observadores internacionales, acordaron respetar la línea que pudieran revelar un paquete informativo de la OMS enviado el 13 de febrero del 2020 a los funcionarios de los NIH advirtió que la información sobre el virus debe tratarse como “confidencial y no para comunicaciones públicas hasta que hayamos acordado las comunicaciones con China”.
Y ademas, los correos electrónicos de los días siguientes entre Lane y el oficial técnico de la OMS, Mansuk Daniel Han, dejaron en claro que los formularios de confidencialidad que debían firmar los funcionarios estaban “adaptados a los términos de China”.
Otro correo electrónico con fecha del 15 de febrero del 2020 del jefe de la oficina de la OMS en China, Gauden Galea, informó a los miembros de la misión conjunta que viajaban a China que todas sus actividades serían organizadas y supervisadas por la Comisión Nacional de Salud del gobierno chino.
Pero déjeme decirle que no es de extrañar que un estado comunista busque tanto control como sea posible sobre los extranjeros que investigan su manejo de una pandemia de la que son responsables.
Pero aquí lo preocupante es cuán complacientes fueron los funcionarios estadounidenses y cómo mantuvieron los secretos de China.
Más allá de todo esto, y de simplemente inclinarse ante Beijing a cambio de acceso, Fauci aparentemente jugó un papel en la campaña de relaciones públicas de Beijing.
Un correo electrónico del 27 de enero del 2020 de la Secretaría de la Junta de Monitoreo de la Preparación Mundial de la OMS señaló un consenso para “emitir una declaración de apoyo a los países especialmente a la China y los esfuerzos de respuesta de la OMS, y para pedir acciones urgentes para fortalecer aún más la preparación mundial y respuesta a este brote “.
Fauci firmó la declaración, que elogió “la transparencia de China en el intercambio de información y la secuencia del genoma del virus, y la fuerte colaboración entre China y los países afectados y con la OMS”. Esto fue parte de un esfuerzo más amplio del Director General (DG) de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, para pulir la imagen de China durante la crisis. Esto también fue muy evidente en el brillante informe que emitió la OMS sobre la respuesta al coronavirus chino de China después de la misión conjunta en febrero.
El elogio a la China se convirtió en un tema de conversación importante para los críticos de la respuesta al coronavirus del presidente Donald Trump, lo cual fue irónico ya que el presidente Trump, en retrospectiva, lo hizo mucho mejor de lo que se le atribuye, porque los medios de desinformación se encargaron de ello.
Es importante que recordemos que el presidente Trump prohibió viajar desde China el 31 de enero del 2020, una medida que Joe Biden dijo rápidamente que reflejaba el “historial de histeria, xenofobia y sembrar el miedo” de Trump.
También, el 24 de febrero, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que el enfoque en China era racista y alentó a la gente a “visitar y disfrutar Chinatown”. El actual jefe de personal de Biden y ex zar del ébola de Obama, Ron Klain, también intervino en que la gente debería “ir a Chinatown” para “comprar una comida, ir de compras”.
La pregunta es, ¿Cuántas personas murieron por todos esos malos consejos? De estas tan malas personas. Es muy claro que a estas personas no les importa los estadounidenses, siempre su prioridad es su alianza con la China.
El papel del Doctorsito Fauci en la crisis necesita aun más investigación. Según los términos de una orden judicial del 22 de septiembre del 2020, el Departamento de Salud y Servicios Humanos debe entregar 4200 documentos Fauci, pero a una tasa anémica de 300 por mes. A medida que nos acercamos al primer aniversario anual de “dos semanas para aplanar la curva”, necesitamos ver más de cerca cómo se manejó la crisis en su estallido, cuando el mundo tuvo la mejor oportunidad de detener la pandemia antes de que se convirtiera en un fenómeno global de crisis de salud y fiasco de políticas públicas.
Cabe destacar que los cómplices de ayudar a Beijing a ocultar las fuentes y el alcance del brote inicial deben rendir cuentas. El hecho de que el Fauci siga siendo una figura pública venerada tiene mucho más que ver con su perspicacia política que con cualquier habilidad demostrada para gestionar la salud pública. A medida que surja más información, Fauci puede encontrarse siguiendo el camino de su amigo “asesino Cuomo”.
Más y más se han estado llevando diferentes investigaciones y los estadounidenses merecen respuestas y merecen que este tipo de gente que ha sido electa realmente trabaje en beneficio de los estadounidenses no en contra y para traer daños y tragedias.