La Prensa de Colorado Desde hace tres años y medio los republicanos vienen denunciando sistemáticamente que Estados Unidos está siendo invadido por la frontera sur. Razones no les faltan.
En los últimos años, una serie de bandas criminales extranjeras han empezado a tener presencia en Estados Unidos y algunas, incluso, aprovecharon una serie de leyes laxas en algunos estados para prácticamente adueñarse del negocio de la marihuana, llevando consigo una avalancha de violencia y criminalidad. Las autoridades en los últimos meses han revelado que, por ejemplo, el crimen organizado chino está dirigiendo lucrativas granjas de drogas con mano de obra esclava en media docena de estados de Estados Unidos. Esta situación se desarrolla mientras miles de migrantes chinos cruzan la frontera sur todos los meses, exponiéndose a toda una red de trata de personas por parte de las bandas extranjeras que usan la migración ilegal para impulsar sus negocios ilícitos.
Pero las bandas criminales constituidas no solo provienen de China, sino también del continente americano. Particularmente, los principales carteles de droga mexicanos ahora tienen presencia en todos los estados de la unión. Asimismo, las autoridades detectaron que el Tren de Aragua, una peligrosa banda venezolana de rápido crecimiento, también tiene presencia en varias ciudades importantes del país nutriéndose de la crisis fronteriza. Y, aunque no es técnicamente migración ilegal, decenas de bandas chilenas están aprovechando un acuerdo de visas entre Estados Unidos y Chile para asentarse en el país y llevar adelante un lucrativo negocio de robo de mansiones de lujo.
Entretanto, el negocio de la droga o los robos no son las únicas preocupaciones de las autoridades, que en el último mes detectaron a ocho migrantes ilegales posiblemente vinculados a ISIS. Una situación que genera particular temor ante la creciente amenaza de atentados terroristas en el país a medida que se desarrollan conflictos en Medio Oriente donde Washington ha tenido presencia o influencia.
Bandas chinas se apoderan el mercado de la marihuana derramando sangre En marzo de 2024, la organización Pro-Publica publicó un extenso informe resaltando cómo la mafia china empezó a controlar el negocio de la marihuana ilegal en el país.
En el reporte, destacan un cuádruple asesinato en una granja ilegal de marihuana en el condado de Kingfisher, Oklahoma, en 2022. Ese suceso destapó una realidad tenebrosa: “Las redes criminales chinas se han apoderado de gran parte del mercado ilícito de marihuana en Estados Unidos, avivando una ola de delitos que incluye violencia, lavado de dinero y trata de personas”.
El reportaje, elaborado por ProPublica y The Frontier, detalle que, desde California hasta Maine, la mafia china domina gran parte del comercio ilícito de marihuana en el país generando un crecimiento explosivo de esta industria criminal que desarrolló, además, un ecosistema violento de trata blancas, delitos sexuales, vicio, fraude, asaltos e incluso daños ambientales.
¿Quiénes son los principales afectados? Los migrantes chinos, que se acercan a la frontera sur y son captados por estas peligrosas bandas que requieren mano de obra esclava para hacer funcionar sus granjas fuera de la ley.
Según reporta ProPublica, miles de inmigrantes chinos introducidos a Estados Unidos de forma clandestina son reclutados para trabajar en condiciones abusivas en granjas de marihuana rodeados de cámaras, vallas e incluso guardias armados.
“Una sombría consecuencia de esta servidumbre por contrato: los traficantes obligan a las mujeres inmigrantes chinas a prostituirse para los jefes de la fuerza laboral agrícola”, reseña el reportaje.
Los funcionarios estatales y federales detallan que los criminales chinos operan bajo una confederación disciplinada supervisada desde Nueva York por mafias arraigadas en el sur de China. Lo que impresiona a muchos, incluyendo a los investigadores federales, es cómo se apoderaron del negocio de la marihuana ilegal en cuestión de años.
En 2018, las mafias chinas fijaron sus ojos Oklahoma cuando los votantes legalizaron el cultivo y venta de marihuana medicinal. La ley, bastante laxa, no limitaba dispensarios ni cultivos y requería que los propietarios fueran residentes del estado.
Sin embargo, la aplicación débil de la ley permitió que inversores externos usaran testaferros y traficaran marihuana ilegalmente, de acuerdo con Pro-Publica.
Este modelo de negocios llevó a una rápida expansión de una industria ilícita que utilizaron las leyes laxas de algunos estados para asentar un esquema criminal que produce sangre, muerte y tráfico de estupefacientes. De hecho, la industria ha crecido tanto que ahora es la segunda más grande del país después del petróleo y gas.
Este gran flujo de dinero producto del tráfico ilegal se explica por el mercado negro. Desde que Colorado legalizó la marihuana en 2012, aunque las leyes estatales variaran, la ley federal siempre fue clara y tajante con la prohibición de ventas interestatales. Esta disparidad de las leyes, las lagunas legales o los altos impuestos en ciertas legislaciones acarreó consecuencias: mayor facilidad para el cultivo y el desarrollo de un mercado ilegal, masivo y lucrativo.
Para dimensionar lo grande de este negocio, solo Oklahoma se ha convertido rápidamente en uno de los principales proveedores de marihuana ilegal. “Aunque los precios en la calle fluctúan y calcular el valor de un mercado negro es complejo, los funcionarios estiman el valor de la marihuana ilegal cultivada en el estado entre $ 18 mil millones y $ 44 mil millones al año”, reseñó Pro-Publica.
“Los investigadores estatales han encontrado vínculos entre mafias extranjeras y más de 3.000 cultivos ilegales, y dicen que más del 80 % de los grupos criminales son de origen chino”.
A pesar de ello, la respuesta de las autoridades ha sido débil. Con la legalización y despenalización, la aplicación de la ley para el Departamento de Justicia disminuyó dentro de sus prioridades. Esto permitió directamente que las mafias chinas expandieran su influencia e incluso empezaran a lavar dinero para cárteles.
