• December 21, 2024

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El Hijo da a conocer al Padre

Por Pedro H. Gonzalez

El más cordial saludo para todos nuestros lectores. Entramos al mes de junio, en el que celebramos por tradición a los padres y es un buen pretexto para que hablemos del Padre, de Dios que es creador de todos y padre de muchos.

Las personas están acostumbradas a llamar a Dios como “mi padre Dios” pero de lejos se nota que no hay un entendimiento correcto sobre lo que eso significa. Ser hijo de Dios no es una frase que se dice, es algo que se expresa y se manifiesta en todo lo que hacemos, pensamos y decimos.

Juan 1:12 dice: Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre.

Quisiera llevar al lector a que note que no hicimos nada (excepto creer en Su Nombre) para que nos diera esa potestad, la de ser hechos hijos de Dios.

Así que es por fe no por obras, pero ya habiendo creído entonces es para obras y esas obras deben dar a conocer nuestra naturaleza, que ahora es divina, porque desde luego de la naturaleza terrena ya todo habrá muerto.

Me gusta pensar que el acto de engendrar significa que hay una transferencia y que esa transferencia es a su vez una impartición.

Cuando una semilla cae en tierra y germina, el resultado de ese proceso será una planta de su misma espacie. De igual forma cuando un león macho engendra en la leona el resultado sera un cachorro de león.

Cuando fuimos engendrados luego de haber recibido la semilla de Dios que es Su palabra (lea Lucas 8:11) entonces el resultado de ese proceso será un ser espiritual de la misma naturaleza de Dios es decir con naturaleza divina, creado a su imagen y semejanza, es haber regresado al plan original de Dios en el Edén antes de la caída de Adán.

Aquellos que hemos creído en Su nombre, gozamos ya de una naturaleza distinta, esa impartición de la que antes hable, se da como resultado de una transferencia de información genética de la forma como ocurre cuando el esperma fecunda un ovulo y transfiere toda la información del padre al ovulo receptor en donde se da la fecundación.

Todo esto que hemos explicado, se ha dicho para aterrizar una verdad supremamente poderosa y es que si somos hijos de Dios ya tenemos su naturaleza divina y no dependemos mas de un sistema de mentira y de incapacidades.

Cuando la escritura dice: “todo lo puedo en Cristo que   me   fortalece” está diciendo que el que es   engendrado  de Dios no se mueve mas en su naturaleza terrenal, sino que se mueve en la naturaleza del hijo, del Mesías, del redentor, de aquel que fue resucitado de los muertos con poder, el poder del Espíritu Santo.

Eso nos dice la biblia en Romanos 8:11 que somos habitados por el mismo Espíritu que levanto de los muertos a Jesus para entregarlo al cielo como Cristo El Señor y para que allá donde El está también nosotros estemos. Ciertamente nuestra posición no es terrenal, es celestial.

Ser hijos de Dios nos debería llevar a actuar de una manera radicalmente opuesta a lo que es el actuar de la criatura terrenal, pero en lugar de eso y por cuenta de la religión, los dogmas, las doctrinas y las denominaciones, nos dejamos encasillar en un pensamiento de escasez mental, de incapacidad y de resignación que esta muy lejos de lo que expresa Dios cuando dice “no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”.

Yo escribo con la esperanza que alguien pueda tomar este mensaje y entrar de lleno en la identidad de hijo engendrado por Dios y que podamos vivir como lo que somos, seres espirituales teniendo una experiencia terrenal y no seres terrenales teniendo una experiencia espiritual.

Usted y yo somos espíritu y el se ha unido a Dios un espíritu es con El.

Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino
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Englewood, CO 80113
Tel: 720-218-3890
Horarios de servicio Domingos 12:30:00 pm Búsquenos en Facebook y YouTube como Iglesia Embajada del Reino.

Le esperamos.

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