Por Enrique Monterroza
Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los baales. Y Jehová respondió a los hijos de Israel: ¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los amorreos, de los amonitas, de los filisteos, de los de Sidón, de Amalec y de Maón, y clamando a mí no os libré de sus manos? Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos; por tanto, yo no os libraré más. Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción”.
Jueces 10: 10-14
Imagínate por un momento que Dios te dijera: “¿Sabes que?, ya no te ayudare mas”.
Personalmente me muero si escuchara esas palabras, mas aun si vienen de aquel que es el único que me puede ayudar en momentos en donde humanamente no hay solución.
Eso fue lo que les paso al pueblo de Israel en este pasaje bíblico, su maldad era tal, que aunque pidieran perdón a Dios, luego volvían al pecado y se apartaban de El.
¿Te parece conocido su manera de responder al amor perdonador de Dios?, Y es que nosotros somos muy similar al pueblo de Israel, luego de pedir perdón por algo malo que hicimos y de prometer que ya no lo haremos mas, volvemos a olvidarnos de nuestra promesa y al ser seducidos por nuestra concupiscencia(deseos) volvemos a caer en los mismos errores de los cuales ya hemos pedido mil y una vea perdón y de los cuales nos hemos arrepentido como diría una buena amiga “tri-millones” de veces.
Y es que se te olvida algo, y es que Dios también tiene su límite, no de Poder, porque es TODOPODEROSO, pero si tiene un límite hasta donde te permitirá jugar con El.
¿Tu crees que Dios se cree todas las veces que le hemos pedido perdón sin sentirlo de corazón?, já, no, a Dios no lo engaño y pese a que no le he pedido perdón de corazón, aun así me perdona y me da una nueva oportunidad.
Y es que el amor de Dios es incomparable, no lo logro entender, pues yo humanamente hablando si alguien me pide perdón pero yo se que lo esta haciendo solo por hacer y no porque lo sienta, realmente no se si lo perdonara, pero Dios es otra cosa, el no piensa como yo pienso, no siente como yo siento, ni actúa como yo actuó. Pero si bien es cierto Dios es Amor, también es fuego consumidor (Deuteronomio 4:24) y no tendrá al justo por injusto, ni al injusto por justo.
Además Dios, como Padre amoroso, tiene un límite, porque no quiere malcriarte, y es por esa razón que habrá momentos en tu vida en donde te tendrá que dar una leccioncita para que comprendas que no puedes seguir fingiendo algo que no sientes en realidad o simplemente no quieres sentir.
El Pueblo de Israel se encontraba en un momento en donde los filisteos y amonitas los estaban oprimiendo, al ver su estado y la incapacidad para pelear por si mismos contra sus enemigos, no tuvieron más que clamar a Jehová.
Así mismo somos nosotros, hacemos lo que queremos, nos alejamos de la comunión con Dios, le damos rienda sueltas a nuestros deseos, pero cuando vemos la cosa seria entonces venimos llorando delante de Dios pidiéndole que nos ayude. ¿Acaso Dios es un bombero que solo le llamo cuando la casa se me esta quemando?
Lo más común en estos casos es que Dios responda al oír nuestro clamor, más aun cuando aparentamos un arrepentimiento genuino. Pero Dios que te conoce muy bien, sabe en que momento de tu vida tiene que socarte bien los pantalones y darte una palmadita.
Fue así que luego del clamor de los Israelitas Dios contesta con un: “yo no os libraré más”, ¿Perdón?, ¿Cómo fue?, ¿Estoy escuchando bien?, ¿Estoy leyendo bien?, ¿Seguro que es Jehová de los Ejércitos el que dice esto?, Si, definitivamente es El, y es que Dios tiene un limite, no puedes pasártela jugando con El, ¿A ti te gustaría que jugaran con tus sentimientos?, entonces ¿Por qué si Dios lo único que ha hecho es amarte con amor eterno, le pagas alejándote de El y olvidando tu pacto con El?
Por un momento Dios estaba haciendo lo que nunca en la historia había hecho: NEGARSE A AYUDAR A SU PUEBLO. Que terrible escenario, ¿Qué hicieras si al único que pudieras recurrir te dijera: NO, no te ayudare?, sinceramente son palabras muy fuertes, pero que llevaban un objetivo.
Y es que no podemos reprochar las formas de actuar de Dios, El siempre sabe el porque y el para que de todo y por esa razón en esta ocasión estaba dando a su pueblo una leccioncita que sin duda les iba a ayudar.
Fue así como el pueblo de Israel entendió que el NO de Dios se debía al fingimiento de su arrepentimiento, que el limite de Dios había llegado a su fin y por ende necesitaban mas que clamar, en pocas palabras necesitaban ya no decir que se arrepentían, si no demostrar que realmente estaban arrepentidos. Pues entre decir y hacer hay una gran diferencia, tú puedes decir que quieres vivir santamente, pero tu accionar puede ser otro, entonces en esos momentos en donde ya no valen las palabras es donde las acciones tienen que entrar a escena.
Dice la Palabra de Dios en Jueces 10: 16 “Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová; y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel.”
El hecho de quitar de entre si lo dioses ajenos es una señal de un arrepentimiento que va mas allá de las palabras y se remonta a las acciones, el hecho de quitar esos dioses ajenos estaba demostrando que ahora si iba en serio, no solo quitaron los dioses si no que pese a la negativa de Dios para ayudarlos, ellos comenzaron a servir a Dios.
Y es que necesitamos tener agradado a Dios, pues nunca sabemos cuando necesitaremos un milagro de parte suya, por esa razón tenemos que estar bien con El.
La Palabra menciona lo siguiente: “y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel”.
Así es mi Dios, es que el amor corre por todo su ser, su misericordia es infinita y su fidelidad incomparable, su leccioncita había dado frutos, el arrepentimiento ahora no eran solo palabras, sino que iban acompañadas de acciones, de esas acciones que mueven el corazón de Dios y que al ver tu problema se angustia por ti, pues quiere verte siempre en bendición.
Es así como cada uno de nosotros debemos aprender a través de esta historia bíblica, la importancia de no permitir que lleguemos a tocar el límite de Dios, pues nadie de nosotros querrá recibir una leccioncita para aprender a no quererse burlar de Dios.
El anhelo del Señor es que cada uno de nosotros lo busquemos de corazón, que quitemos de nuestra vida todo aquello puede llegarse a convertir en un dios pagano y que comencemos a servirle con animo voluntario, no por miedo, sino por temor reverencial que Dios se merece.
Posiblemente tu haz estado jugando con Dios, te has arrepentido muchas veces de algo que sabes bien que esta mal delante de Dios, pero luego de unos días, vas nuevamente en pos de ello olvidando de esta manera lo que hace algunos días le dijiste al Señor acerca de ya no seguir insistiendo en ese pecado.
Mas Dios que te conoce perfectamente sabia muy bien que en ti no existía un verdadero arrepentimiento y a pesar de eso te siguió bendiciendo y dándote oportunidades, pero el limite de Dios esta cerca y por esa razón quiere que a partir de hoy comiences a demostrar con hechos lo arrepentido que estas de haber fallado y lo dispuesto que estas a hacer su voluntad cueste lo que cueste.
No es que el pecado sea mas fuerte que ti, es que tu no estas permitiendo que el Poder y la fortaleza de Dios este en tu vida, pues has dejado de orar, de leer la Palabra, de congregarte quizá o simplemente has dejado de sentir gusto por las cosas espirituales, y todo eso te ha llevado a ser mas vulnerable a los ataques del enemigo. Mas en esta hora, Dios te da una nueva oportunidad y te dice: “¡VAMOS, YO CREO EN TI!” y es que Dios cree en ti, aun cuando nadie y quizá hasta tu mismo no crees mas en ti, y es porque El sabe el final feliz que tiene preparado para ti, por esa razón, LEVÁNTATE Y INTÉNTALO NUEVAMENTE, pero ahora si, demuéstrale que esta vez si va en serio, pues no quieres llegar a su limite.
El arrepentimiento genuino va acompañado de acciones genuinas que salen de lo profundo de tu corazón.