El mundo dice crisis, el hijo de Dios dice oportunidad

Por Pastor Pedro H Gonzalez

No Nos cansaremos de agradecer la fidelidad de nuestros lectores. Como muestra de esa gratitud, es nuestro compromiso traer información y conocimientoque edifiquen su vida y la de los suyos. Somos agentes de cambio.

En un mundo cada vez más convulsionado y en medio de tantas tensiones, parecería cada vez más difícil llevar una vida de fe que verdaderamente de testimonio de Dios, de Cristo en nosotros.
Eso si nos moviéramos en lo natural, en lo religioso o quizás en lo místico, pero para quienes han trascendido los sistemas del mundo incluida la religión, eso no es un problema, por el contrario es una gran oportunidad.
Es que el mundo se mueve dentro de unos parámetros que están a kilómetros de distancia de lo que es el camino en el cual debemos movernos los hijos de Dios. En palabras simples el mundo dice crisis, el hijo de Dios dice oportunidad, el mundo dice enfermedad y el hijo de Dios dice, sanidad, el mundo dice deuda, cadenas, el hijo de Dios dice libertad; y así en cada cosa cuando el mundo ve las cosas de una cierta manera nosotros los hijos de Dios vemos todo de una manera diametralmente opuesta, esa es la razón por la cual algunos nos desprecian, otros nos censuran, no faltara el que se burle y también vendrá a nosotros quien genuinamente desee encontrar el camino de la paz, el gozo, la libertad y la abundancia que representan el estar en Cristo y vendrán a usted con preguntas y situaciones, esa será la prueba de que usted esta en el camino correcto.

Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y Yo os hare descansar. Mateo 11:28
Esta es una promesa básica pero poderosa de Cristo para los hijos de Dios, pero en nosotros esta la responsabilidad o la carga de hacer el primer movimiento. Con Dios las cosas nos atañen de primera mano, por eso no podemos decir que creemos en Dios y no esforzarnos por mantener la comunión que El creo por medio de la sangre de su amado hijo al entregarlo en la cruz.

No se puede creer que haya adoradores de Dios que solo se acercan a Él, una vez cada semana en una reunión de “Iglesia” los domingos. No se puede considerar genuina una fe que no busca conocer más a profundidad al objeto del amor a la sustancia de la fe, al autor de esa fe.

Llegar a Cristo es empezar a experimentar de primera mano el reposo, el descanso prometido por el antes de ir a la cruz, y entender que quiso decir cuando en la cruz hablo diciendo, “todo esta consumado”. Si hasta este momento no ha experimentado eso, entonces muy posiblemente usted está en la religión no en la comunión del Padre a través del hijo.

Sin embargo llegar a ese punto no es algo reservado para los místicos, o los religiosos, de hecho ellos, los religiosos jamás llegaran a experimentarlo, por la sencilla razón de que ellos todavía lo buscan, ellos todavía lo esperan y para el hijo El ya llego, esta alojado viviendo en nuestro corazón, dirigiendo nuestros pasos, aconsejando admirablemente, consolando permanentemente, trayendo paz en la turbulencia, siendo el calor en invierno y nuestro refrigerio en el calor.

El esta habitando dentro de cada uno de sus hijos y desde allí cambiara el mundo, primero el de cada uno de ellos y luego a través de ellos, el de muchos. Hoy en día cuando el mundo se tensiona por virus, por guerras, por política, por que si o porque no, ahí esta Dios para decirnos no temas, Yo estoy contigo, ahí esta El para extender su mano, apagar nuestros mas fuertes temores y calmar toda nuestra ansiedad.

Dios ha prometido hacernos descansar y lo cumple día a día, minuto a minuto, segundo a segundo. Yo puedo asegurar que aquel que tiene temor no ha sido perfeccionado en el amor, en el perfecto amor que es capaz de echar fuera todo temor.

Si tan solo lo conocieras, Él se convertiría para ti en aire y alimento, en agua que apaga toda sed y en pan de vida, eso y más es el Dios al que servimos y el Dios de toda consolación. Quiere conocerlo? El también le quiere conocer a usted, solo abra su corazón y déjelo entrar, le aseguro que su vida no será la misma.

Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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