“Jesús y Reydesel, estudiantes
hispanos, comparten su
historia para motivar
a otros jóvenes”
Los soñadores siguen con la luz encendida de que al final de cuentas podrán cristalizar sus sueños. Pero mientras tanto, continúan con los retos, quizás con
doble trabajo, pero eso sí, sin que una ley los frene para terminar su universidad o, de hecho, construir sus propias empresas y de esa manera, mostrar que también tienen mucho que aportar y dar al país que consideran suyo: Estados Unidos. Jesús Romero Serrano y Reydesel Salvidrez Rodríguez, se sienten orgullosos de sus raíces, del trabajo de sus padres para que ellos sigan caminando por un futuro mejor y ahora que están beneficiados con el programa DACA, tienen una historia que contar y que sirva para motivar a otros jóvenes a que no frenen, sigan adelante y agarrados de sus mochilas cumplan su objetivo de llegar a la universidad y se gradúen.
Fue un momento de traer los recuerdos, de reconocer el trabajo que han hecho sus padres y de dejar en claro, que el papel que vienen haciendo los sonadores es la mejor prueba de que merecen la oportunidad de tener esa libertad para seguir aquí, tener el preciado documento de recibirse de la universidad y de su aporte laboral, profesional y humano.
CRECIÓ EN TLAXCALA
Fue el turno de Jesús Romero Serrano. Un joven con las ideas claras, y el firme deseo de trascender, aun y cuando la falta de un estatus legal no le impide soñar, porque para eso sigue muy firme con el estatus de DACA.
“Yo nací y crecí parte de mi niñez en Tlaxcala, México. Me trajeron a los Estados Unidos cuando tenía 9 años de edad. Mi papá tenía un trabajo en la Volkswagen y mi mamá era maestra. Ellos han trabajado muy duro en el área de comida rápida. Yo estudié la primaria y secundaria aquí (EE.UU.) y ahora ya estoy en la universidad”, dijo el joven, al mismo tiempo de agradecer el empeño de sus padres, María y José.
Recordó Jesús que, sobre el tema migratorio siempre estuvo consciente de ello, y no pudo evitar recordar el ayer: “Siempre estuve consciente de ello, porque hubo compañeritos que jugando y sin saber el termino de lo que dicen las cosas, pensé que hasta jugaban con eso –tema migratorio- y bueno, siempre estuve consciente de que había una amenaza de deportación”.
Dijo que al principio por ser tan chico no visualizaba la realidad; siempre lo vio como si nunca le fuera impactar. “Hoy en día, mis sueños me visualizan en el área de negocios, de hecho, tengo mi propio negocio, compro casas, las renuevo y luego las vendo. Ahora no he terminado mi currículo, no me he graduado de la universidad, pero trabajo en ello y sigo estudiando en el Colegio Comunitario de Denver”, mencionó.
Hubo un recuerdo, que de acuerdo a nuestro entrevistado no se podrá olvidar: “Yo crecí en Arizona, durante los tiempos más difíciles, cuando estaba en vigor la SB-1070 y esos tiempos siempre van a estar conmigo. Lo vivido en Mesa, Arizona, por esa ley racista, convirtió en un fantasma a Arizona, ya que deportaron a tantas personas, que los negocios cerraron. Había patrullas que se miraban en las carreteras, que pensamos que estaban a la espera de ver a un hispano manejando y revisar sus placas para ver si tenían un problema y deportarlos. Ese caso y las acciones del Sheriff Arpaio me hicieron pensar que quizás mis sueños se fueran acabar.
El problema migratorio me tocó fuerte, en mi familia, primos míos fueron detenidos que hasta tuvimos que reunir dinero para ayudarlos. Eso fue algo horrible”.
Sobre las políticas de Trump para los soñadores, mencionó que son un poco más peligrosas y una amenaza afirmativa como el Cero Tolerancia… “es una amenaza para nosotros”.
El joven de 30 años, dio un mensaje a los jóvenes que no tienen un Seguro Social que no pierdan las esperanzas y mucho
menos se desanimen, ya que “eso es exactamente lo que quieren las personas que en sus leyes nos están opresando o poniendo obstáculos, nos quieren ver rotos, quebrados. Piensen en sus papás, sus familias y no solo en uno mismo y se darán cuenta que hay más gente que depende de tu sonrisa, cariño y amor y si hay una persona que se siente quebrantada, también hay aquí una persona que tuvo fe, en Dios y salió adelante…”