“De niña ganó concurso
por escribir un pensamiento sobre el Diario de Anne Frank”
A los 10 años de edad ya disfrutaba de la lectura. Incluso, cursando la primaria misma, se hizo acreedora a un diploma de primer lugar por escribir un pensamiento, donde también imprimió sus sentimientos sobre el Diario de Anne Frank, una niña judía que, dice su relato, tuvo que ocultarse por dos años de los nazis en Ámsterdam, durante lasegunda Guerra Mundial. Este episodio,
trabajo escolar, marcó a Carolina Escamilla, y que muchos años después lleve a desempolvar sus recuerdos y compartir con La Prensa de Colorado lo que fue ese momento; y hoy en día, de perseguir sus sueños por ser una educadora, porque ser maestra sigue siendo una de sus pasiones favoritas.
Comparte un recorte de un periódico fechado un 23 de abril de 1993, donde en la portada sale ella, cuando cursaba el quinto grado en la Escuela Primaria Munroe de Denver, con la maestra y traductora Carrie Olson. En ese entonces, Carolina presentó su trabajo en español.
Desde ese entonces, ya han pasado 21 años. Pero el trabajo sobre el pensamiento y haber hecho un resumen sobre la vida de Anne Frank, no sólo consistió en que se quedara en un trabajo y ya. Esa historia la impactó y hasta la fecha sigue disfrutando del contenido de ese diario.
“Realmente fue inspiradora, su vida, su fortaleza. Cuando yo supe de ella (de Anne), andaba sobre la misma edad, el saber de su valentía, estar tantos años escondida y por lo que pasó me llamó mucho la atención. Yo era también una niña y sólo de pensar ahora por la paciencia y tolerancia por la que tuvieron que pasar con otras personas me impactó, de cómo sobrevivir y aguantar tanto tiempo”, dijo la joven, y madre de Chloe, una pequeña de 4 años.
Parte del Diario de Anne Frank se centra cuando Anne estuvo oculta con su familia y otra familia judía en una buhardilla de unos almacenes de Ámsterdam durante la ocupación nazi de Holanda. Ese ese diario, a sus 13 años Anne relata la vida de lo vivido por ese grupo durante un lapso de dos años y que finalmente fueron delatados y detenidos.
Carolina es de padres mexicanos, de Chihuahua; aunque ella, nos confía, nació en Sonora. “Quizás llegué a identificarme con ella, con Anne Frank, por ser de diferente nacionalidad y también porque podemos verlo de diferente forma de vista, hasta cierto punto creo que nosotros vivimos lo que es tristemente la discriminación”, añadió nuestra entrevista, quien estos momentos trabaja en un banco local.
Carolina llegó a los Estados Unidos teniendo 10 años de edad. Hoy en día tiene 28, y con la responsabilidad de enfrentar la vida con una hija menor y el respaldo de su mamá, María del Carmen.
Dentro de sus sueños es poder compartir estas historias con otras personas, porque piensa que hay una educación, que se trabaja y se sacrifica más para llegar a un punto académico, pero considera que es importante trabajar más en la tolerancia y no sólo en el mundo, “tenemos que empezar con uno mismo, superarnos como persona, porque ahora que soy madre tengo que inculcarle a mi hija esos valores.
Es bonito compartir con otras personas, quizás no sería mala idea escribir sobre mi vida misma, es bonito compartir con otras personas, porque uno nunca sabe al corazón que puedas llegar. Es bueno compartir hasta logros y fracasos, eso marca al ser humano”, agregó.
Esta joven, que por las situaciones de la vida misma logró cursar el primer año de Colegio, y que estudiaba Literatura, cita como uno de sus escritores favoritos a Paulo Coelho, “aunque el primer libró que me impactó fue el Diario de Anne Frank”.
Carolina dice que tiene un hábito que le gusta y es precisamente la literatura, el olor de los libros y del apasionamiento a este hábito le da mucho crédito a su mamá y a su maestra de ese entonces.
Esta joven hispana, que le ilusiona las visitas a los niños con cáncer, porque ella sabe lo que es permanecer un buen tiempo dentro de un hospital y lo importante que es tener ese detalle de apoyar estas causas, también sigue aferrándose a su sueño de ser maestra, y aún con la responsabilidad de ser madre soltera, sabe que la situación se torna más difícil, “pero con esfuerzo y perseverancia no creo que sea tarde. Se vale seguir soñando”.