Tomás Menchaca 
El Toro Fernando Valenzuela, el solo escuchar ese nombre nos traslada a una época de oro en el deporte mexicano, donde se estaba al pendiente del radio o si eras más afortunado a una televisión para ver en acción al que se convertiría en la leyenda más grande del beisbol de la grandes ligas para nosotros los nacidos en la republica mexicana o todo aquel con raíces aztecas en todo el mundo.
El lanzador zurdo de los Dodgers de los Ángeles tenía una peculiar forma de lanzar, en su mecánica miraba al cielo para después desatar un infierno para los bateadores, eso lo llevo a ganar en la misma temporada, el novato del año además del premio Cy Young y ala serie mundial donde en uno de los juego derroto a los siempre orgullosos Yankees de New York.
Con esto desato la Fernando manía, en los estadios en los que se presentaba eran llenos totales para ver al fenómeno que cautivaba a las masas con su dominio muchos de los presentes eran mexicano que se bañaban de orgullo de ver a su ídolo dominado en la lomita de las responsabilidad.
El Toro jugo en varios equipos pero siempre se le vio como un Dodger, en su retiro eso fue muy claro volviendo a la institución para ser embajador y parte de las trasmisiones de radio y televisión.
Después de un par de décadas de sus últimos lanzamientos como profesional se deicidio que era hora de que se retirara su franela con el glorioso número 34 y así fue los Dodgers lo homenajearon, el siguiente paso será poner a Fernando en el salón de los inmortales ese camino tienen más obstáculos pero el tiempo podrá las cosas en su lugar.
