En mis años de infancia en mi querido Chihuahua observaba los deportes estadunidenses y lo que mas me gustaba era cuando se jugaban con alguna tormenta de nieve soñaba con algún día estar en alguno de esos escenarios con el blanco imponente y con la afición disfrutando de la experiencia que pudiera ser congelante.
Con el tiempo hice realidad mi sueño al llegar a la Milla Alta que como sabemos sus climas pueden llevarte de un día soleado a una tormenta invernal en unas cuantas horas como la que vivimos este último fin de semana. En juegos de los Broncos me ha tocado estar en alguna nevada igual con los Rockies, pero las más espectacular la viví en el campo de los Rapids de Colorado también por esta época del año para ser más precisos el 22 de marzo de 2013, en esa ocasión fue en un juego entre las selecciones de los Estados Unidos y Costa Rica en la eliminatoria para el mundial de futbol que se jugó en Brasil.
Un día antes en los entrenamientos donde se dio acceso a la prensa les preguntaba a los seleccionados Ticos si el clima seria un factor en contra ya que se esperaba nieve algunos de ellos no le dieron mucha importancia ya que jugaban en la MLS o habían tenido alguna experiencia europea yo les recalcaba que seria algo serio ellos se mantenían en su postura de que no habría problema.
Esto cambio después del juego el cual perdieron por la mínima diferencia ya que la tormenta fue hermosa con unas 10 pulgadas de nieve y con un campo en condiciones caóticas, al termino del juego fue cuando se comenzaron a quejar de que como no se suspendió el encuentro que se quejarían ante la FIFA y cosas por el estilo.
Por su parte los de los estados unidos estaban contentísimo por la fiesta que armo la afición y por el resultado, en entrevista a Hércules Gómez una de las preguntas que le hice fue si en algún momento fue divertido estar en el campo, él mostró una gran sonrisa y dijo claro. Creo que si Costa Rica hubiera sacado un empate o la victoria este tipo de respuestas se escucharían del grupo.