Esta semana en la Liga MX se dieron varios capítulos más de lo que es la novela llamada: fútbol mexicano. Primero, en la cancha en la jornada 9, las Águilas del América vencieron a su “cliente más fiel” la Maquina del Cruz Azul, por 2 a 0, con par de goles del “Hermoso” Oribe Peralta, quien se convirtió junto a Salvador Cabañas, en los únicos dos jugadores americanistas en anotarles en 5 juegos consecutivos a los azules; el “Hermoso” tiene de hijos a los de la Noria, ya que les ha incrustado 8 goles en su carrera.
En otro de los encuentros, las Chivas Rayadas del Guadalajara ya se sentían súper líderes, ya que vencían en la primera mitad 2 a 0 a los Jaguares de Chiapas, esto en la “Selva” pero su relajamiento les afectó y fallaron –incluso- el 3 a 0 y finalmente les costó caro, ya que en el segundo tiempo los felinos tuvieron una reacción salvaje y le anotaron 3 goles a los del estado de Jalisco en menos de 10 minutos, con lo que los mataron moralmente, al final el marcador quedó: 4 a 3 a favor de Chiapas.
Las Chivas solo saborearon el liderato general, el cual sigue en las manos de los “Xolotzcuintles” de Tijuana, quienes vencieron a los Rayados del Monterrey 2 a 0. Los de la frontera, como sabemos, son dirigidos por Miguel Herrera, quien está tranquilo porque su futuro lo tienen bien planificado, ya que se dice que al final del torneo pase lo que pase regresaría a las Águilas del América, ya que Ricardo Peláez lo quiere de regreso.
A Ricardo La Volpe lo dejarán hasta el final del campeonato y ni haciendo campeón a los de Coapa se queda, esto no sería la primera vez que pasara en el “Nido”, pues recordemos que a Antonio Mohamed lo corrieron a pesar de coronarse; más bien antes de jugar la final, pero aun así la dirigió… así de finos son los directivos del Club América.
En la mayoría de los juegos del fin de semana se dio un minuto de silencio antes de cada partido, esto por el fallecimiento del muy querido ex-entrenador de los Tigres, don Carlos Miloc, el famoso “Tanque”, quien tenía 85 años y era todo un ídolo en la Sultana del Norte, ya que fue el que le dio los dos primeros campeonatos a los de la UANL.