• Entre nostalgia
y graduaciones…
Recientemente estuve en una graduación especial, en donde alrededor de 500 estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria recibían su medalla comouna muestra a que su esfuerzo no fue en vano.
Solo dos estudiantes de cada escuela tuvieron la oportunidad de estar en esta celebración realizada en las instalaciones del Coliseum de Denver, ante la presencia del Alcalde de Denver, Michael B. Hancock y Tom Boasberg, Superintendente de las Escuela Públicas de Denver.
Me alegró ver que muchas de esas promesas que algún día llegarán a la cúspide y cumplirán con sus sueños académicos, eran de origen hispano, por lo que la presencia de sus padres fue un toque especial a esta celebración, que por cierto durante este mes estarán de moda.
No pude evitar hacer un viraje al pasado, cuando usando pantalones de color azul marino, una camisa azul clara y la corbata de color rojo, yo me estaba graduando de la primaria, realizando en mi querido Morelos -México- hasta un tipo vals y todo ese ritual que en nuestros lugares de origen se llevan a cabo.
Pero, además, hasta madrina teníamos y ya nos andaba por que terminara todo ese protocolo, para abrir nuestros regalos y disfrutar de la emoción de terminar con 6 años de estudios o simplemente decirle adiós a la maestra/o.
Bueno, ese breve pensamiento me llevó a que los sentimientos no cambian, los padres de familia que ven a sus hijos graduarse, siempre ingresan a los recintos con una sonrisa marcada, con el compromiso de que cumplieron con una etapa en la vida académica de sus hijos y que al final, ya sea la medalla o el diploma, también es crédito de ellos y los maestros mismos.
He tenido la oportunidad de platicar con un sinfín de padres de familia, que hacen muchos esfuerzos para cumplir con nuevas expectativas para sus hijos, y que ellos no tuvieron; por eso ha de ser muy frustrante y triste cuando un joven ya no quiere ir a la preparatoria o universidad y se le hace mucho más fácil entrar a trabajar y que le paguen 8 dólares la hora, que esforzarse y trabajar muy duro para que un futuro el sea el jefe, gracias a ese diploma universitario o de Colegio.
Padres de familia: no cesen en el trabajo de seguir motivando a sus hijos a seguir educándose, e ir terminando cada una de sus etapas de escuela….
Ya que al final ¡La mejor herencia que les podemos dejar a nuestros hijos es la EDUCACIÓN y esa nadie se las puede quitar!