Nicolas Rangel EL PHUBBING
No hay duda que actualmente el uso de la tecnología es una tendencia común de los seres humanos, práctica que resulta buena hasta cierto puntocuando se hace un buen uso de ella.
Sin embargo, estamos seguros que en alguna ocasión hemos sido víctimas del llamado “phubbing”, que aunque para muchos esta palabra resulta nueva por no estar reconocida, no es así.
Este término está compuesto a partir de las palabras inglesas “phone” (teléfono) y “snubbing” (menospreciar a alguien), la cual consiste en la acción de ignorar la presencia de la persona con la que se está en ese momento acompañándonos para prestar atención al celular o a cualquier otro aparato electrónico.
Este término fue creado por un joven australiano de 23 años llamado Alex Haigh hace ya algunos años. 
Sin embargo, fue oficializado hasta el año de 2012 por los responsables del diccionario “Macquarie” y precisamente fue este adolecente quien fuera víctima de esta práctica.
Por lo que creo la campaña mundial “Stop Phubbing”, en contra del síndrome de vivir pegado al celular, la cual tiene como finalidad erradicar la costumbre de utilizar de manera excesiva el uso del celular en contextos sociales ignorando a la gente de alrededor.
Situación que desafortunadamente se ha convertido en un problema mundial por afectar nuestras relaciones interpersonales.
Estudios científicos recienten han comprobado que el uso excesivo de este dispositivo a la larga trae consecuencias para la salud, pudiendo ocasionar padecimientos físicos como malformaciones y trastornos psicológicos como las adicciones y las fobias, pese a ello y de acuerdo a cifras.
Actualmente el consumo del celular en adolecentes va en aumento, ya que más del 90%, prefieren el contacto vía mensaje de texto que frente a frente.
Asimismo, otros datos revelan que el 97% de los comensales víctimas de esta práctica aseguran que su comida resulta desagradable cuando se está ante la compañía de alguien así, pues consideran que su atención está enfocada a una pantalla y no a una conversación personal, aun tratándose de familiares o amigos.
Lo más desafortunado de esta práctica es que en la actualidad ya es común ver a niños pequeños con un algún dispositivo móvil, por lo que al no existir una educación adecuada sobre el tema, cada día resulta más complicado terminar con este problema.
De acuerdo con la experta Gissela Echeverría, nos estamos instalando en un mundo propio creado por el teléfono celular, con las consecuencias de olvidarnos de los sentimientos y la experiencia vital de aquellas personas que tenemos al frente por estar conectados con personas que muchas de las veces ni siquiera conocemos.
La necesidad de estar revisando continuamente el celular proviene del miedo a perderse algo, lo cual resulta absurdo, porque realmente de lo que nos estamos perdiendo es de aquellas personas de carne y hueso que tenemos al frente.
La especialista Gissela Echeverría nos da una serie de consejos básicos para ayudar a los adictos a esta práctica:
Lo primero que recomienda es empezar por uno mismo soltando el teléfono y modelando el comportamiento que uno quiere enseñarle a sus hijos;
A continuación, propone apagar el teléfono al llegar a casa y concentrarse en la familia;
disponer de un lugar específico de casa donde se ubiquen todos los celulares antes de comer;
establecer como norma en la que nadie se siente en la mesa con el teléfono;
dejar el teléfono antes de dormir y prestar atención a las personas cuando hablan antes que a sus teléfonos.
No dejemos que una práctica como esta nos esclavice, mucho menos que nuestros hijos caigan en esta adicción.
