“LA SELFITIS”
Hoy en día que la tecnología está presente en todos los quehaceres de nuestra vida, sin lugar a duda las selfies han llegado a forman parte de nuestrocomportamiento diario y en algunas personas se ha llegado a convertir en una adicción llamada “selfitis”.
Pero ¿qué es una selfie?
Una selfie es una autofoto o autoretrato realizada con una cámara fotográfica, generalmente mediante de un teléfono móvil o celular o una cámara fotográfica y pese a que está asociada a las redes sociales, esta práctica no es nada nueva; sin embargo, adquirió mayor auge a partir del presente siglo, que fue cuando realmente se popularizo.
De acuerdo a datos históricos, fue el estadounidense Robert Cornelius quien en el año de 1839, se realizó el primer autorretrato o selfie, y ya para el año de 1900, el autorretrato se hizo una práctica extendida que se solía realizar con la ayuda de un espejo y un trípode; asimismo, la primer adolecente que se tomó una senfie con la ayuda de un espejo fue la Rusa Anastasia Nikoláyevna a la edad de 13 años. Sin embargo, fue hasta el siglo XXI cuando este término realmente se popularizó.
Aunque para algunas personas pareciera una práctica lúdica, no lo es, ya que investigaciones recientes han llegado a la conclusión que el uso excesivo de esta moda puede llegar a desarrollar trastornos de ansiedad y depresión en los adolescentes, principalmente en las mujeres que idealizan su realidad a través de las redes sociales.
Asimismo, se ha concluido que este tipo de práctica no es una adicción, es un síntoma que puede estar asociado con el:
“Trastorno Dismórfico Corporal” que no es otra cosa que un “trastorno en el cual una persona piensa que tiene un defecto físico, o cree que un defecto leve es mucho peor de lo que en realidad es, llegando a tal grado con su idea, que esta la perturba e interfiere en su vida”.
Otros resultados científicos realizados a 800 personas adictas a las selfies, arrojaron como resultado que el 83 por ciento no tenía vida sexual activa, pese a que su perfil en redes sociales se definían como personas sexys y atractivas, por lo que se llegó a la conclusión de que esto era una clara señal de inseguridad y falta de vida sexual plena, aunque para otros tantos está asociado a personalidades narcisistas.
Se dice que la ciudad de Makati en Filipinas, ha sido nombrada en fechas recientes recientemente la capital mundial de las selfies.
La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) ha establecido que este trastorno se da en tres niveles a saber:
Selfitis Borderline:
Tomarse sefies por lo menos tres veces al día, pero sin ser compartirlas en redes sociales.
Selfitis Aguda:
Tomarse selfies por lo menos tres veces al día y publicarlas.
Selfitis Crónica:
Cuando las selfies se toman “sin control”; es decir más de 6 al día y son compartidas repetidamente en las redes.
Señalan los investigadores que ahora que ya se sabe de la existencia de este padecimiento, se espera que se puedan llevar a cabo más investigaciones para tratar de entender cómo y por qué la gente desarrolla este comportamiento obsesivo.
Aunque no debemos de generalizar a las personas amantes de la selfis, ahora que ya sabemos de estos resultados, deberíamos de considerar antes de publicar nuestras fotos en redes sociales, si lo hacemos por motivos de ocio, para presumir, para compartir solo momentos, o simplemente para masajearnos con alguien, y así estar en posibilidades de ver la conveniencia de pensar si padecemos o no del mal llamado “selfitis”.