“EL VAMPING”
En temas pasados ya hemos hablado de como la tecnología ha influido en nuestra vida cotidiana, de las ventajas y desventajas ocasionados en algunas personas debido al buen o mal uso que le hemos dado a nuestra tecnología.
Pues bien mis queridos lectores esta vez les hablaremos del “vamping”.
Se dice que este término fue impuesta por los mismos jóvenes, aunque no es ajeno a los adultos cuando comenzaron a publicar fotos con la etiqueta #vamping, y proviene de las palabras inglesas vampire (vampiro) y texting (enviar mensajes de texto) y no es otra cosa que la actividad, en algunos casos convertida en una adicción, por la cual las personas regularmente adolescentes, utilizan aparatos electrónicos sean estos Smartphone, laptops, consolas de videojuegos, tablet, celulares, computadoras, etc. durante la noche, reduciendo en consecuencia las horas necesarias para dormir y acarreado efectos negativos como debilidad, dificultad y lentitud de aprendizaje, alteraciones metabólicas, cansancio, falta de concentración, irritabilidad, etc.
Aunque es un fenómeno nuevo, día con día esta actividad va en aumento, pues como ya lo señalamos, no es propia de adolescentes, sino también de niños y adultos.
La situación se agrava, ya que de acuerdo a estudios realizados la falta de sueño provocado por el uso de estas prácticas perjudican en mayor medida a los niños, pues la producción de melatonina se reduce hasta un 90% más que en los adultos.
Además, explica la Dra. María Alija, endocrinóloga pediátrica, la luz de las pantallas inhibe la producción de la melatonina, aumentando la producción de neuropéptidos, estimulando nuestro apetito y la apetencia por alimentos grasos y dulces. Por eso, si no respetamos nuestros ciclos de sueño y utilizamos pantallas antes de dormir, alteramos el proceso natural, por lo que tenemos más hambre, nos apetecen más dulces y engordamos más.
De acuerdo con la Doctora Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra, (CUN), el problema de usar pantallas antes de dormir reside en la luz azul de onda corta emitida por estos aparatos electrónicos. Para conciliar el sueño, nuestro cuerpo segrega melatonina, que es la hormona que regula el ciclo del sueño.
El cerebro comienza a producir esta hormona aproximadamente dos horas antes de irnos a dormir. “Sin embargo, si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende que aún es de día y no segrega esta hormona, ya que la luz detiene la producción, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas, lo que llamamos insomnio tecnológico”, explica la especialista de la Unidad del Sueño en la que el pasado año 2018 se realizaron 625 estudios de sueño.
De acuerdo con la American Academy of Ophthalmology, la luz azul daña el retinal, un tipo natural de vitamina A que se encuentra en el ojo, lo que puede provocar afectaciones a nivel celular, explica.
Además, esa iluminación nos despierta y estimula, porque altera el ritmo circadiano, es decir, nuestro ciclo natural de vigilia y sueño.
De acuerdo con los expertos y especialistas, el vamping, se puede prevenir llevando a cabo las siguientes recomendaciones:
- Leer algún libro al acostarse.
- Realizar diversa actividades grupales o en familia que no sean electrónicos.
- Crear el hábito en los niños de realizar actividades físicas.
- No dormir con aparatos electrónicos cerca, inclusive no tener televisión en el dormitorio.
- Acostumbrarse a levantarse y acortarse y horas fijas.
- Etc.
Por último, se dice que hoy en día el 65 por ciento de los niños entre ocho y 12 años dispone de un teléfono móvil, dato que se ve incrementado a medida que aumenta la edad.