Nicolas Rangel 
TERAPIA DE CONVERSIÓN SEXUAL
La terapia de conversión sexual, también llamada terapia reparativa, de reorientación sexual, terapia reparativa o deshomosexualización son los nombres con los que se conoce a los métodos que los pseudocientíficos utilizan para el cambio de orientación sexual de personas homosexuales y bisexuales, con el propósito de pretender cambiarlos en heterosexuales, o en su caso eliminar o disminuir sus deseos y comportamientos homosexuales.
Se dice que esta terapia fue desarrollada por Jeff Robinson. “No está basada en ninguna otra teoría sobre la homosexualidad, pero emplea diversos planteamientos teóricos según las necesidades del cliente. No busca cambiar la orientación del cliente, sino que se enfoca en la disminución de los pensamientos y comportamientos homosexuales.”
En su tiempo, Sigmund Freud considerado el padre fundador del psicoanálisis, consideraba que todos los humanos eran bisexuales por nacimiento y que, el que una persona en particular manifestase la homosexualidad o la heterosexualidad, era resultado de factores ambientales que interactuaban con los impulsos sexuales biológicos.
Hasta mediados del siglo XX algunas pruebas médicas de “curar” la homosexualidad habian incluido tratamientos quirúrgicos como: histerectomía, ooforectomía (extirpar de uno o ambos ovarios), ablación de clítoris, castración, vasectomía, cirugía del nervio pudendo, lobotomía (incisión practicada dentro de un lóbulo cerebral o en uno o más haces nerviosos del mismo), tratamientos hormonales, choque farmacológico, tratamientos con estimulante y depresivos sexuales, terapia de aversión, tratamiento por electrochoque, terapia de grupo, hipnosis, psicoanálisis, entre otros
De acuerdo a un informe de las Naciones Unidas presentado al Consejo de Derechos Humanos, las “terapias de conversión” tienen como objetivo transformar a una persona no heterosexual en una persona heterosexual, y a una persona trans o de género diverso en una persona cisgénero (una persona cuya identidad de género corresponde a su sexo registrado).
De acuerdo al mismo organismo, “las “terapias de conversión” causan profundos traumas físicos y psicológicos a las personas que las sufren, llegando a la conclusión que esas terapias puedes equivaler a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Por su parte la Iglesia y de acuerdo a su Catecismo de la Iglesia Católica, “los homosexuales «están llamados a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana»”. Se dice que se han llegado a celebrar exorcismos para “curar” a homosexuales, en Connecticut Estados Unidos.
En Inglaterra, el reverendo John Ogbe-Ogbeide, en Harrow, afirma haber realizado un exorcismo con éxito.
Países que han prohibido las terapias de reconversión sexual.
Alemania; Brasil: Canadá; Ecuador; Francia; Grecia; Malta; Nueva Zelanda; Vietnam; Australia; España; Albania; Israel; Suiza; Taiwán; Ciudad de México, Estado de México, Baja California Sur, Zacatecas, Colima, Yucatán, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Baja California e Hidalgo; Estados Unidos en: California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Oregón, Puerto Rico, Rhode Island, Utah, Vermont, Virginia, Washington, Washington D. C.
En Malasia, este tipo de terapias están respaldadas por su Gobierno Federal.
En China no existe una Legislación que prohíba este tipo de prácticas; sin embargo, existen fallos judiciales a favor de las víctimas.
Conforme a la ideología nazi la homosexualidad era considerada una enfermedad, ya que se oponía a la noción de la raza aria.
Un informe de las Naciones Unidas señala que tan solo en Estados Unidos, se calcula que unas 700.000 personas lesbianas, gais, trans o de género diverso han sido objeto de estas prácticas en algún momento de su vida.
