• March 29, 2024

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Entre Tintero y Papel…

HISTORIA DE LA CANCIÓN
DE “LA LLORONA”

Nadie puede negar que una de las canciones mexicanas más populares es la de “la llorona” y no, no estoy hablando de la llorona, la que busca a sus hijos por la noche, estamos hablando de la canción popular que forma parte de la cultura mexicana.

Aunque esta canción es tan popular, especialmente entonada durante las festividades de “Día de Muertos en México”, no se sabe con exactitud quien es su autor, aunque algunos le atribuyen la autoría de su letra al poeta Andrés Hestrosa.

Lo que sí se sabe es que esta popular canción mexicana se originó en la región zapoteca del Istmo de Tehuantepec, en el Estado de Oaxaca y describe una hermosa historia de amor y dolor a la vez, popularizada en los tiempos de la Revolución Mexicana, aunque algunos dicen que tuvo sus orígenes desde la Época Prehispánica.

Cuenta la leyenda de un joven de Tehuantepec que fue a una fiesta de la comunidad llamada Juchitlán, donde conoció a una hermosa mujer que salía de la iglesia vistiendo un hermoso traje de la región llamado huipil.

Por mucho tiempo el joven se esforzó por conquistar a la hermosa mujer hasta lograr la aprobación de los padres para casarse; sin embargo, el estallido de la Revolución Mexicana llegó a Oaxaca y el joven enamorado tuvo que partir hacia la batalla no sin antes decir: “Recuerdo el día que fuimos al río y las flores del campo parecían llorar, contigo las nubes de mi cielo no son nada, incluso el sol compite con tu sonrisa”. “La guerra me está llamando porque la paz de nuestro país ha sido robada”. “Volveré a ti y por nuestra futura familia, nunca dejaré de amarte, en esta vida y en la muerte”.

El momento de partir llego y en su despedida el joven rompió en llanto y dolor por dejar a su amada. La tomo de las manos al tiempo que limpiaba sus lágrimas que caían de sus ojos y de los de su mujer, fue entonces cuando la llamo “llorona” ya que ella no dejaba de llorar al saber que quizás no volverían a verse nunca más,

Al pasar el tiempo un amigo de ellos regreso al pueblo y le comunico a la bella esposa lo siguiente:

“Tu esposo fue alcanzado por las balas y las heridas eran tan terribles, que fue imposible salvarlo. Pero mientras agonizaba me pidió que te dijera que siempre te amará y que por favor lo perdones. Aquí una carta que me dio para ti”.

“Salías del templo un día llorona cuando al pasar yo te vi hermoso huipil llevabas llorona que la Virgen te creí en el cielo nace el sol mi llorona y en el mar nace la luna y en mi corazón nace, llorona quererte como ninguna.

Aunque me cueste la vida, llorona no dejaré de quererte.

Ay de mí llorona llorona tú eres mi xhunca me pedirán dejar de quererte, llorona, pero de quererte nunca, no creas que te canto, llorona tengo el corazón alegre, también de dolor se canta, llorona cuando llorar no se puede, no llores prenda querida te esperaré en el horizonte cada madrugada.”

La viuda jamás se casó para cumplir su promesa. Una semana después de la noticia su bebe nació y cada 30 de octubre cenaban juntos.

Esposa e hijo en la tierra de los vivos, y un esposo del reino de los muertos, hasta que la gran águila los juntó nuevamente.

El tiempo hizo de esta historia una canción que ha sobrevivido hasta nuestros tiempos.

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