“LA MAGIA
DEL ABRAZO”
Tanto el acercamiento como el contacto físico no sólo resultan agradables, sino necesarios para nuestra salud y bienestar psicológico, emocional y corporal, ya que aumenta la felicidad y la salud de los individuos y la sociedad; por ello en esta ocasión nos referiremos al abrazo como una demostración de amor, cercanía, apoyo, afecto, felicidad, saludo o simplemente una manera de expresar lo que sentimos hacia otra persona. Un abrazo ha tenido tanto simbolismo y significado que ha sido utilizado a lo largo de la historia como medio de reconciliación entre bandos para dar fin a las discusiones, pleitos y terminar guerras, pues denota un símbolo de tranquilidad y demostrar estar completamente de acuerdo.
Científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, señalan la importancia del recién nacido de recibir abrazos y caricias desde los primeros años de vida, para evitar que sus neuronas mueran por la ausencia del contacto físico, e incrementar con ello los niveles de oxitocina en la sangre o (hormona del amor).
De entre los mayores beneficios que tiene un abrazo tenemos que incrementa la confianza y la seguridad; disminuye los sentimientos de enojo y apatía; favorece la felicidad y mejora el estado de ánimo al elevar la serotonina; fortalece el sistema inmune al aumentar la producción de glóbulos blancos; aumenta la autoestima; relaja los músculos; disminuye la presión arterial; reduce el riesgo de padecer demencia; estimula el nivel de oxigeno en la sangre, rejuveneciendo el cuerpo.
De acuerdo con la psicoterapeuta familiar Virginia Satir, se requieren de cuatro abrazos en un día para sobrevivir, ocho como mantenimiento y doce para el crecimiento personal.
Asimismo se dice que una de las mayores medicinas terapéuticas para reducir la depresión, la soledad, ansiedad y el estrés es un abrazo y es considerado además como una de las formas más puras de manifestar afecto y cariño, contribuyendo de manera importante a curar la salud y sanar el alma; por ello uno de los mayores ejemplos que como padres debemos dar a nuestros hijos es el hecho de vernos abrazar a nuestra pareja.
El abrazo es asexual y regularmente reconocemos un abrazo cariñoso, consolador o juguetón del abrazo de pareja, pues cada quien tenemos muy claro cuando abrazamos que tipo de abrazo estamos dando; por ello la necesidad de abrazar y ser abrazados se da en todas etapas de nuestras vidas.
Existen diferentes tipos de abrazos como el “clásico o en forma de A”, “de mejillas”, “de sándwich”, “del oso”, “el grupal”, etc., pero el que sin lugar a duda resulta el más común y representativo es el abrazo “de corazón” el cual consiste en mirarse frente a frente y de pie con la persona que se va abrazar, concentrándose en sentir ternura, pegando su corazón al corazón del otro.
De aquí la enorme importancia de dar y recibir un abrazo, ya sea a los padres, hijos, amigos, vecinos o gente común, pues se ha demostrado que la ausencia de afectos de la infancia puede marcar nuestra personalidad en la vida adulta, pues puede hacernos personas rígidas, posesivas, celosas, violentas, insensibles o en ocasiones pasivas aceptando todo por temor a quedarse solas.
Afortunadamente en los últimos años el abrazo se ha hecho tan popular que se ha generalizado la idea en el mundo de dar abrazos gratis a desconocidos, gracias a su creador Juan Mann con el único afán de regalar afecto en un mundo donde desafortunadamente nos gobierna la desconfianza y los prejuicios.
Por último, no olvides que dar y recibir afecto y amor al prójimo mediante un abrazo es gratis.