El Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD) sigue sufriendo una avalancha de renuncias (bajas voluntarias) y jubilaciones.
Según nuevos datos desvelados por el New York Post, “un total de 2.516 policías se han ido en lo que va del año, la cuarta cifra más alta en la última década y un 43% más que los 1.750 que lo hicieron en 2018”.
Según el medio, el éxodo policial se produce en medio de una ola de criminalidad que azota la ciudad -sumado a la escasez de personal- lo que hace que los agentes trabajen en exceso.
Según el presidente de la Police Benevolent Association, Patrick Hendry, los agentes cumplen “cantidades inhumanas de horas extra forzadas”:
La carga de trabajo es un factor importante que aleja a la gente del trabajo (…) Si la policía de Nueva York va a sobrevivir a estas reducciones de personal, no puede simplemente seguir presionando a los policías durante más horas.
Estas declaraciones son reafirmadas y respaldadas por varios oficiales de policía que -anónimamente- ofrecieron sus testimonios al Post: “Hemos estado trabajando un promedio de 13 a 14 horas al día mientras muchas de las protestas ocurren en la ciudad (…) Ya es suficiente. Tal vez tendré un día libre durante la semana y estoy tan cansado del trabajo que no quiero hacer nada”.
El reclutamiento, en mínimos
El reclutamiento dentro del cuerpo se encuentra en mínimos y va a un ritmo muy lento.
Además, los recortes al presupuesto de la Policía que fueron impuestos por el alcalde Eric Adams, son tan grandes “que las próximas cinco clases de la Academia de Policía han sido canceladas”, según la información.
Los agentes incluso están dejando sus puestos antes de la fecha estipulada para poder acceder y cobrar a su pensión completa tras 20 años en servicio (esta equivale al 50% de su salario promedio final).
A principios de este año, 1.040 policías decidieron jubilarse antes de tiempo (un aumento del 104% con respecto al total de 509 de 2020), según datos de pensiones del NYPD.
Las reformas y leyes contra la policía aplicadas por muchos de los funcionarios demócratas son una razón determinante por la cuál los agentes deciden dejar el cuerpo.
En Nueva York por ejemplo, el oficial George Dakis aseguró -al Post- tener “miedo de hacer arrestos”, ya que cuando detienen a alguien, las políticas suaves con el crimen le hacen pensar: “¿Cuál es el punto?”.
Declaró sentir que está luchando “contra corriente”.
Éxodo de agentes que dejan Nueva York.
En una declaración -de hace unos meses- emitida por la Oficina del gobernador de Florida, Ron DeSantis, se evidencia cómo muchos agentes deciden dejar el cuerpo de policía neoyorquino para reubicarse en The Sunshine State.
Los policías argumentaron que entre las principales razones de su mudanza estaba el abandono que sufren las fuerzas del orden, los impuestos excesivos y las políticas fallidas que se aplican para combatir la delincuencia en su ciudad (la mayor parte de los oficiales que llegan al estado son de Nueva York).
Davey – exoficial de la policía de NY- se mudó el año pasado para servir en el Departamento de Policía de Clermont, declaró:
Después de trabajar en la policía de Nueva York durante 17 años, comencé a sentir que la ciudad a la que servía ya no apoyaba mis esfuerzos.
Decidí buscar reubicar a mi familia y practicar la aplicación de la ley en otro lugar (…) Me complace decir que en julio del año pasado me mudé a Florida y poco después me uní al Departamento de Policía de Clermont.
Rob -otro exoficial- que también se unió a la policía de Clermont, comentó que se mudó a Florida porque “los impuestos excesivos de Nueva York son onerosos y pagan políticas fallidas que han llevado tanto a un aumento dramático en el crimen como a una disminución en la calidad de vida”:
A pesar de 25 años y cuatro ascensos en la Policía de Nueva York, la elección de mudarse a Florida fue fácil. La gente y el gobierno de Florida aprecian y apoyan mucho más a las fuerzas del orden público. Se está escuchando el llamado del gobernador DeSantis y estoy feliz de hacer el cambio.