Por Pastor Pedro H. Gonzalez
Levítico 10:1-2 Nadab y Abiú hijos de Aaron tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que Él nunca les mandó. Y salió fuego delante de Jehová y los quemó y murieron delante de Jehová.
Este versículo que puede parecer misterioso a la vista de muchos, va haciendo claro y evidente por medio del entendimiento. Tratare de hacerlo más cercano aún para el lector que no tiene mucho conocimiento bíblico.
Los hijos de Aaron juntamente con él, habían sido investidos de autoridad sacerdotal y habían sido instruidos sobre cómo oficiar, es decir adelantar su oficio, de manera correcta, apegada al deseo de Dios que es al final del asunto de donde procedía la investidura que ellos habían recibido. Ver Levítico 8 en su totalidad.
Ellos pusieron en su incensario un incienso que no era acorde a lo que Jehová El Señor había mandado, esto desató el fuego de Dios y allí mismo murieron. Es necesario decir que el incienso en aquella época era una preparación especial basada en una goma resinosa y fragante que se ponía en el incensario para que subiera en aroma fragante a Jehová, eso hoy en día es nuestra oración, cada vez que oramos estamos ofreciendo incienso a Jehová, pero es necesario que se entiendan varias cosas para no quemar fuego extraño delante de Él. Los sacerdotes son ante todo gente que acerca; un sacerdote es como un constructor de puentes espirituales mediante los cuales el que está lejano es hecho cercano a Dios.
En la ceremonia de investidura de Aaron y sus hijos se necesitaron 3 sacrificios. Un becerro de expiación, un carnero de holocausto y un carnero de consagracion, en total 3 sacrificios. Así fueron constituidos ellos como sacerdotes. En Cristo hubo un solo sacrificio pero implicaban tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo en uno solo, así cada uno de nosotros fuimos hechos no sólo sacerdotes sino también reyes. Vea Apocalipsis 1:6
Con eso en mente se hace necesario que entremos en la plena responsabilidad de la posición que hoy tenemos, somos reyes y sacerdotes. Una vez entendidos los 3 sacrificios en uno que se requerían y entendiendo que ya fueron hechos, entonces vendrá sobre nosotros un mayor peso de conciencia acerca de nuestra función, de nuestro oficio y de cómo realizarlo en forma correcta.
Nuestra oración no puede ser mezclada con humanismo, no puede desconocer lo que ya nos fue dado, no puede provenir desde la posición de necesidad sino desde la posición de hijos que a su vez son reyes y sacerdotes.
1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Tenemos una posición y esa posición nos da conocimiento, autoridad, obligaciones, responsabilidades y derechos legales, veamos con cuidado que no caigamos de esa posición solo por estar ofreciendo fuego extraño que El Señor no ha mandado, la nuestra sería en ese caso una muerte espiritual donde todo estaría perdido.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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