No quería “participar” dando opinión sobre el conflicto de Gaza, porque no quiero entrar en polémicas con nadie. Sin lugar a dudas, algunos lectores pensarán que soy “agente del sionismo internacional” y otros que estoy por la matanza del pueblo palestino. Quiero aclarar que no estoy ni con uno ni con otro; simplemente quiero expresar mi idea frente al conflicto del Medio Oriente. Aunque no vivo en una cueva sin acceso a ningún tipo de Internet, televisión, radio o periodismo impreso, entonces es fácil comprender que “conozco” los problemas actuales en Israel. En realidad, decir que hay problemas, es reconocer que existen problemas en la región, no decirlo es engañarse así mismo. Los palestinos, incitados por un grupo terrorista palestino, que no cuenta con el apoyo de la mayoría palestina, conocido como Hamas, buscan establecer un estado teocrático islámico, donde un camello tendrá más valor que una mujer. No representan al pueblo palestino y no luchan por establecer un estado palestino democrático. Su único fin es “desaparecer” el estado Judío.
Los medios de comunicación, como de costumbre, solo muestran a niños y mujeres palestinos muertos por los misiles israelitas; pero se olvidan de explicar que los “defensores” del pueblo palestino (Hamas) son lo que ponen como escudos humanos a las mujeres y niños de palestinos que no están con su linea de pensamiento. Es decir, con aquellos musulmanes que no son fanáticos, ni mucho menos “antisemitas”. Aprovecho la ocasión para recordarles a mis queridos lectores, que Hamas no son los “inventores” de este inhumano procedimiento. Los primeros en usarlo de acuerdo a la historia fueron los atenienses, que para poder conseguir el apoyo de los espartanos usaron niños y mujeres esclavas, como escudos para que fueran masacrados por los persas y lograr el apoyo de los espartanos y derrotar al ejército persa.
Lo que trato de decir, que es un truco, tan antiguo como la humanidad la de jugar al “papel de víctima” para lograr apoyo. Nosotros nunca veremos imágenes de mujeres judías violadas y mutiladas o de niños destrozados por los cohetes que disparan los “supuestos” defensores del pueblo palestino. Realmente, la triste verdad es que Hamas quiere destruir a Israel y borrar de la faz de la tierra a los judíos. La otra verdad innegable en toda esta debacle del Medio Oriente es que quienes se consideran “creyentes’ no pueden apoyar el programa de “terror y fanatismo” de Hamas.
Otra de las acusaciones que, tampoco es verdad, es que el estado judío quiere establecer un “apartheid” similar al régimen de Pretoria (South África). Sin embargo en el parlamento judío (Knéset) tienen a varios miembros palestinos que representan a su comunidad y que son ciudadanos del estado de Israel. Son muchos los palestinos que viven y trabajan en Israel y que a pesar de su religión musulmana conviven en paz con los israelitas. Sin embargo, la minoría “fanática religiosa”, es la que se opone a vivir pacíficamente y que existan los dos estados.
Lo que tenemos que entender, nosotros los que somos creyentes, es que el Creador estableció un acuerdo con Abraham y le prometió que él y todo su linaje futuro una tierra que era conocida como Canaán. Canaán eventualmente sería llamada Palestina y es lo que hoy conocemos como Israel. Es evidente entonces que no les están “robando” a nadie su territorio. Si recordamos lo que leímos, entonces entenderemos claramente, que ya los profetas hebreos habían anunciado que los ciudadanos de Israel podrían ser desplazados de sus tierras por un período de tiempo, y que Yahveh los devolvería a lo que la Biblia llama la “tierra prometida”.
Por supuesto, que esta guerra entre dos pueblos hermanos, no va a terminar mañana y que seguiremos viendo en nuestras pantallas imágenes no apta para cardiacos; sin embargo no escucharemos que, si no fuera por la ayuda humanitaria de la Unión Europea, el sector de gaza controlado por Hamas no tendría hospitales, ni transporte público, ni escuelas ya que es tan “grande” su deseo de ayudar a su pueblo que invierten todo lo que pueden en armamento y explosivos para eliminar a inocentes que su único delito es ser judío nada más.
Gaza: Un conflicto tan antiguo como la humanidad