La Prensa de Colorado El jurado encuentra al segundo tirador de la escuela STEM School Highlands Ranch culpable de asesinato en primer grado.
El jurado tomó su decisión tras cinco horas de deliberación.
Después de cinco horas de deliberación, los miembros del jurado encontraron a Devon Erickson culpable de asesinato en primer grado por su papel en el ataque a STEM School Highlands Ranch el 7 de mayo de 2019.
Además de dos cargos de asesinato en primer grado, el jurado encontró a Erickson culpable de otros 44 cargos, incluido intento de asesinato en primer grado, posesión de un arma en los terrenos de la escuela y peligro imprudente.
Erickson enfrenta una sentencia obligatoria de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Será sentenciado el 17 de septiembre.
Las emociones se extendieron por la sala del tribunal cuando la jueza del Tribunal de Distrito del Condado de Douglas, Theresa Slade, leyó los veredictos. La gente asintió con aprobación y se dio unas palmaditas en la espalda en el lado de las víctimas. Una joven del lado del acusado sollozaba mientras el padre de Erickson tomaba notas sobre el proceso.
Erickson, vestido con traje gris y corbata, miraba al frente con las manos cruzadas frente a él. No tuvo una reacción visible a los veredictos.
Durante el juicio de 12 días, el jurado escuchó a 63 testigos, de los cuales solo dos fueron convocados por la defensa. La fiscalía pidió a los estudiantes y maestros de STEM, médicos, expertos forenses, socorristas y otros que compartan sus conocimientos sobre lo que sucedió ese día.
Alec McKinney, quien se declaró culpable en 2020 de cargos similares a los de Erickson, también testificó para la acusación. McKinney le dijo al jurado que los dos tenían un plan elaborado para el ataque que incluía matar a todos en la habitación 107 y luego Erickson mataba a McKinney para que pudiera “parecer el héroe”.
El ataque de 2019 dejó ocho estudiantes heridos y un estudiante, Kendrick Castillo, muerto. Castillo recibió un disparo mortal cuando él y otros estudiantes irrumpieron en Erickson para desarmarlo.
“La única razón por la que todos en esa habitación no están muertos … son los héroes”, dijo el fiscal principal George Brauchler en su argumento final, refiriéndose a Castillo y los otros estudiantes que se apresuraron a atacar a Erickson.
Las pruebas físicas discutidas durante el juicio mostraron que el arma de Erickson había sido disparada cuatro veces, alcanzando a tres estudiantes. McKinney disparó nueve balas e hirió a cuatro estudiantes.
La defensa intentó convencer al jurado de que Erickson no participó voluntariamente en el tiroteo. Afirmaron en los argumentos finales que Erickson tenía cierta responsabilidad por lo que sucedió, pero que no era su intención matar a nadie.
El abogado defensor David Kaplan le recordó al jurado antes de sus deliberaciones que podrían encontrar a Erickson culpable de cargos menores, incluyendo asesinato en segundo grado, homicidio imprudente y homicidio por negligencia criminal.
“Devon no entró allí con algún plan”, dijo Kaplan.
Los dos peritos convocados por la defensa hablaron sobre la posibilidad de que Erickson hubiera disparado accidentalmente su arma debido a una contracción muscular involuntaria y que estuviera afectado por el consumo prolongado de cocaína y la falta de sueño.
La fiscalía cuestionó repetidamente estas ideas preguntando a los testigos si Erickson era coherente ese mismo día y en los momentos previos al tiroteo. También llamaron la atención sobre el hecho de que no hay estudios académicos disponibles que mencionen contracciones musculares involuntarias por múltiples disparos.
