Dr. Pepe Ramnath, PhD
Y sucedió que se fue a Jerusalén, Él pasó por medio de Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, allí conoció a diez hombres leprosos, que se pararon de lejos. Y alzaron la voz y dijo: “¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: “Id, mostraos a los sacerdotes.” Y así fue que mientras iban, fueron limpiados. Y uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, y con una voz fuerte glorificaron a Dios, y se postraron con su rostro en tierra cerca a sus pies, dándole gracias. Y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: “No fueron diez los limpiados? Pero ¿dónde están los otros nueve? ¿No había quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y Él le dijo: “Levántate, sigue tu camino. Tu fe te ha salvado. “(Lucas 17:11)
Aquel leproso que volvió a decirle a Jesús gracias fue el que se mantuvo curado. El agradecimiento esta en el nivel de la fe. La gratitud te sanará y te mantendra sanado. La ingratitud esta en el nivel de soledad. Fue Dios quien dijo que no es bueno que el hombre esté solo. Ingratitud es característica de estar solo.
Génesis 2:18 Y el Señor Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; Voy a hacerle una ayuda idónea para él “.
La Visión requiere un corazón agradecido por ello necesitamos gente que se deje llenar de de lo Bueno de Dios a fin de cumplir esa visión.
El visionario más eficaz es el que aprecia la gente y estamos agradecidos por su contribución de regalos, la capacidad y el amor que comparten en la visión. No hay una visión que no requiere de personas. No importa qué tan grande es su sueño, no puede sobrevivir a la necesidad de la gente para que se cumpla. Toda verdadera visión está unida a una visión corporativa; de lo contrario, no es una visión.
La Visión requiere un corazón agradecido y por ello es necesario para que se cumpla esa vision.
Esther tuvo una visión, una visión personal para preservar a su pueblo. Esther dijo: “Tal vez he entrado en un reino para un tiempo como este”. Esther necesitaba una visión corporativa para salvar al pueblo de Israel. El rey, gobernador, soldados, Mordecai y muchos más tenían un papel que desempeñar en la visión que Dios le dio a Esther.
Ella pudo haber dicho, recibo esta visión y no necesito a nadie, pero se dio cuenta de que su visión se estaba llevando a un lugar diferente para gente diferente con influencias diversas, destrezas, habilidades y con poder. Esther sabía que ella era una pequeña pieza de una gran visión.
Su pasión personal fue atado a la pasión pública de Dios.
Autor: Dr. Pepe Ramnath, PhD
Pastor Principal, del Centro Comunitario Miramar Kingdom