La Fe Del Hijo III

Por Pedro H. Gonzalez

Un saludo para todos nuestros lectores. Es nuestro deseo que, con cada artículo, cada semana sean iluminados los ojos de nuestro entendimiento, sabemos que una sola palabra bastara para sanar a alguien y desde luego no es mi palabra sino la palabra de El y en eso seguiremos empeñados; en predicar Su palabra apegados lo mas estrictamente posible a biblia.

El tema que nos ocupa es la fe del hijo y el poder del hijo. Habíamos dejado el tema en lo importante de entender nuestra identidad de hijos para poder movernos y operar desde esa convicción y desde esa plataforma. La fe de simple creyente no alcanzara aquello para lo que hemos sido llamados.

El hijo es el que hoy día tiene todo el poder operativo para gobernar con autoridad sobre todas las cosas y aunque eso es cierto, no lo vemos ocurriendo y es simplemente porque la gran mayoría de personas tiene su propia fe, pero no la fe del hijo. Lo que quiero decir es que cada quien cree de acuerdo a lo que le es conveniente y como le sea conveniente; entonces no es difícil ver que un creyente defenderá una posición bíblica hasta donde le sea útil, pero si sus circunstancias cambian entonces cambiara también el enfoque de su fe.

Mucho me temo que es esta tibieza en la fe, la que tiene postrada a la Pseudo iglesia y la ha hecho frívola, insulsa, e inoperante. Creemos según nuestra propia fe cuando la biblia nos pide movernos en la fe del hijo, vivir en la fe del hijo. Hoy en día es muy fácil ver creyentes defendiendo con más ahínco lo que dice su denominación que lo que dice Cristo.

Se le ha pedido a los creyentes vivir la vida cristiana, pero eso no nos pide la biblia, muy al contrario, la biblia nos pide vivir en la fe del hijo, es decir vivir la vida en Cristo.

Gálatas 2:20 Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Note que se trata de otro nivel. Aquí se rompen esquemas de comportamiento religioso y se adopta un pensamiento y un estilo de vida de Reino, desde la óptica del Hijo. Ningún ser humano antes de Cristo tuvo tal privilegio, ninguno antes alcanzo ese nivel de autoridad, entre otras cosas porque ninguno antes estuvo tan preparado como lo estamos usted y yo hoy día, si es que en verdad estamos en Cristo.

Se nos dio el Espíritu Santo con la finalidad de poder operar desde la plataforma de santidad que solo El nos puede dar. Cristo dijo antes de ser ascendido: Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto, id. El iba al cielo, nosotros quedábamos aquí en la tierra y por eso podemos entender que tenemos la autoridad del cielo aquí en la tierra.

No hemos entendido en enorme papel que estamos llamados a jugar en este momento histórico. La tierra está diseñada para que oiga y acate la voz del justo y nosotros, es decir la iglesia de Cristo, somos declarados justos, fuimos hechos justicia de Dios en El, pero debo aclarar que es en El, fuera de El no hay nada, en El no falta nada.

La iglesia de hoy tiene sobre sus hombros la enorme responsabilidad (para lo cual esta capacitada) de predicar la gracia, mediante la fe del hijo.

Tenemos también la responsabilidad de ser administradores de la multiforme sabiduría de Dios, de sus riquezas en gloria, de su palabra, de su verdad, y como tal deberíamos estar preparando a los niños y jóvenes para que ejerzan el rol que la biblia les otorga, eso es el de gobernar en vida.

En lugar de eso les estamos moralizando con clases enteramente aburridas acerca de lo que no pueden hacer, cuando se trata de decirles lo que si pueden hacer y ensenarles cómo. De eso nos habla y así nos pide 2 Timoteo 3:16-17

Veo que la iglesia ha perdido su rumbo, seguimos buscando un avivamiento cuándo en realidad lo que falta es una reforma. La iglesia no esta muerta, por lo tanto, no necesita un avivamiento, se pide a gritos una reforma, del lenguaje, de actividades, de estrategias y de respuestas ante los grandes retos actuales, Todo eso será posible solo en la fe del hijo, mi fe no alcanza, la suya tampoco, solo la del hijo es suficiente.

Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino
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