Por Dr. Myles Munroe
“La Visión es previsión
con perspicacia y
profundidad, basada
en la retrospección”
El primer paso para llegar a realizar tu visión, y que p ueda llegar a existir es el hecho de darte cuenta de que te ha sido dada una visión. ¿Pero exactamente cómo es que tú recibes, llegas a reconocer y activas tu visión? Cuando tú entiendes la fuente de la visión, tú vas a aprender los secretos de su origen y de cómo opera en tu vida. Este conocimiento te va a ayudar para que puedas llevar tu sueño o visión de ser sólo una idea inicial hasta que llegue a su total cumplimiento y realización.
La Visión Viene del Propósito
La primera clave para poder entender la visión es el hecho de darse cuenta que siempre emana o surge del propósito. ¿Por qué? Dios es el Autor de la visión, y es Su naturaleza tener propósito en todo lo que El hace.
Cada vez que El ha aparecido en escena en la historia de la humanidad, fue porque El quería realizar algo específico y estaba obrando activamente en ello a través de la vida de las gentes.
Por lo tanto, Dios es un Dios de acción que se basa en el propósito. Más aun, Sus propósitos son eternos.
El Salmo 33:11 dice lo siguiente, “EI consejo del Señor permanece para siempre, los designios de su corazón de generación en generación”, y en Isaías 14:24 también dice, “Ha jurado el Señor de los ejércitos, diciendo: Ciertamente, tal como lo había pensado, así ha sucedido; tal como lo había planeado, así se cumplirá”.
Nada puede interponerse en el camino de los propósitos de Dios; Sus propósitos siempre se llegan a cumplir.
Dios Te Creó con un Propósito
En segundo lugar, debemos entender que Dios creó todas las cosas para que cumplan un propósito en la vida. Ya sea que estemos hablando acerca de un mamífero, de un reptil, de un planeta, de una estrella o de una persona, todo y todos los que han sido creados por Dios sirven un propósito único y singular. Esto te incluye a ti.
Tú tal vez fuiste una sorpresa para tus padres, pero tú nunca fuiste una sorpresa para Dios; El te ha dado un propósito muy especial que tienes que realizar. Las Escrituras dicen que tú fuiste escogido en Dios desde antes de la fundación del mundo. (Favor de ver Efesios 1:4-5.) Dios planeó por adelantado todo para lo que tú ibas a nacer y todo lo que tú ibas a tener que realizar.
Yo soy continuamente optimista con relación a la vida porque yo sé que Dios me creó para un propósito y que El va a hacer que ese propósito se llegue a realizar. Yo creo que yo no soy un error, y yo sé que mi vida tiene importancia y significado.
Dios me creó para hacer algo, y no hay nadie más que lo pueda hacer por mí. ¿Acaso tú crees esto de ti mismo? ¿Acaso sabes que tu vida tiene un propósito? Yo espero que tú te llenes más y más de confianza con relación a esta verdad a medida que tú avanzas en este libro.
Tú Naciste en el Tiempo Correcto
En el libro de Eclesiastés leemos acerca de la revelación de los propósitos de Dios en el corazón de la humanidad.
El tercer capítulo comienza, diciendo, “Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo” (Eclesiastés 3:1).
Dios no sólo te ha dado un propósito, sino que, de acuerdo a esta Escritura, El también ha determinado el tiempo para que se cumpla ese propósito.
Y “hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”.
Cualquiera que sea la cosa para lo que tú naciste, Dios ha señalado un tiempo o una temporada cuando esto se debe hacer y esa temporada es la duración de tu vida.
¿Puedes ver ahora por qué es tan importante y tan crucial que tú conozcas la visión que hay en tu corazón? Tu propósito puede ser realizado sólo durante el tiempo que te ha sido dado en la tierra para llevarlo a cabo.
Dentro de esta temporada que se llama vida, Dios también ha señalado tiempos específicos para varias porciones de tu propósito que se tienen que llegar a cumplir.
A medida que tú buscas el sueño o visión que Dios te ha dado, El lo va a hacer fructificar durante el período de tu vida cuando debe ser realizado. Tal y como dice en Eclesiastés 3:11, “EI ha hecho todo apropiado a su tiempo”.
Algunas personas desean que ellos hubieran nacido durante una época diferente en la historia.
Pero si tú hubieras nacido hace mil años o hace cien años, tú hubieras sido muy miserable porque tú habrías estado viviendo en el tiempo equivocado para realizar tu propósito y tu visión. Dios escogió cuándo y dónde tú tenías que nacer por una razón.
No fue que tú sólo apareciste aquí en la tierra. En Eclesiastés 3:2 dice que hay, “un tiempo de nacer”. Tú naciste en el tiempo correcto para realizar tu visión durante y en medio de tu generación.